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¿Estado de Derecho o gobierno de Facto?

¿Estado de Derecho o gobierno de Facto?

sábado 09 de agosto de 2008, 01:21h

Aferrado al poder… alucinado por seguir los pasos de Fidel Castro… contra toda regla, ley o voluntad popular, el pupilo galopa cual jinete desbocado sobre el potro del absolutismo. Acostumbrado a los madrugonazos y contando con el auxilio de cómplices bien remunerados, el experimentado golpista persiste en infringir los principios fundamentales y otros preceptos de la Carta Magna, como el derecho a la propiedad.  Son decena de derechos que el mandatario burla, en su empeño de imponer su voluntad por encima de la de los ciudadanos. 

El declive de su popularidad, el rechazo cada vez más evidente a su autoritarismo y la falta de credibilidad dentro y fuera del país, le impiden perder tiempo. Tiene miedo de fracasar en la tarea que le ha impuesto el moribundo isleño, de implantar en Venezuela y en el resto de América Latina, la ideología Castro-Comunista. Siente pavor, de perder privilegios y prebendas y de ser juzgado por sus yerros. Pero sobre todo, tiembla de terror, por un nuevo triunfo de la oposición. De allí la inhabilitación a los candidatos que superan su popularidad.                                                             

El temor lo incita a la provocación… a exasperar el espíritu democrático del pueblo… a caldear el ambiente pre electoral. Con intención perversa lanza veintiséis decretos- leyes fraudulentos, pretendiendo con ellos obtener lo que ya el pueblo le negó en el referendo consultivo.  En sólo dos días, el Tribunal Supremo de la “Justicia Revolucionaria”, presto “analiza” y  aprueba el “carácter orgánico” solicitado.  Esa justicia que actúa sin venda, que no es imparcial, transparente ni mucho menos autónoma, que es expedita cuando está involucrado el interés del régimen y exasperadamente morosa cuando el pueblo tiene la razón. Magistrados, que premeditadamente olvidan que la soberanía reside en el pueblo, que constitucionalmente  están sometidos a la soberanía popular, alegremente,  como si nada, quebrantan su Art. 5.

Se ensañan en contra de la popularidad de un Alcalde exitoso y de otros que gozan del aprecio de sus comunidades. Acatando órdenes, lesionan sin ningún rubor, sus derechos políticos al declarar la constitucionalidad del Art. 105 de la Ley de Contraloría e incurren en la violación del Art.334, que entre otras cosas ordena: “en caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales…”  Pasan por alto la obligación que tienen de asegurar la integridad de la Constitución. Actuaciones repudiables, ajenas de escrúpulos jurídicos, que no tienen parangón en los anales políticos de la llamada IV República.
  
Es hora de actuar, de movilizarnos en contra de los abusos del Ejecutivo  y de sus lacayos.  Con coraje, debemos defender y proteger la vigencia de nuestra Ley Suprema, que ha dejado de observarse, en los fraudulentos decretos leyes promulgados por el auto designado Comandante en Jefe y General de Cuatro Soles.

Para controlar la voluntad, el pensamiento y el sentimiento del venezolano, el apocalíptico jinete lo ha intentado todo.  Desde irrespetar el nombre de Bolívar para disfrazar sus ideas comunistas, hasta comprometer a las Instituciones del Estado y a gobernantes extranjeros, con suculentos sueldos y generosas dádivas, sin importarle el desmesurado crecimiento de la deuda externa e interna del país.  Nada lo perturba, con tal de lograr sus objetivos. Cierra los ojos y deja pasar por debajo de la mesa, la violación de Barbados y Guyana a nuestra soberanía. El caradurismo de él y de su Canciller no tiene límites, cuando orondos hablan de soberanía. ¿Estos “revolucionarios” que entenderán por soberanía?... “Bajo la amenaza” de este “Canciller” llega al país la diputada y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Mercosur.  Con su presencia, deja como mentirosa a la cuestionada Jefa de la Asamblea Nacional.

El acaudalado mandatario, anuncia a un pueblo hambriento, carente de techo, de salud, de educación y de servicios públicos, la compra del Banco de Venezuela. ¡Mil doscientos millones de dólares! (a lo mejor es más…) que el país habrá de desembolsar para complacer el nuevo capricho del que estruja sin piedad nuestro patrimonio.  En su afán por debilitar a la Banca Privada (ya en manos de los testaferros del régimen) el despelote revolucionario ha “derretido” miles de millones.  Expertos economistas opinan que el Banco Industrial de Venezuela tiene nueve años arrojando pérdidas, que en sólo  18 meses perdió 78.000 millones. Sin contar las quiebras o los graves estados financieros de cinco bancos más, en manos del gobierno. ¿La gente se pregunta por qué el Contralor no investiga o inhabilita (o “sentencia”, ya que el tribunal le dio la cualidad de Juez) al candidato oficial a la gobernación de Aragua, por los 225 millones de dólares  perdidos en Bandes?...

El Cuatrisoleado, además de  armas, se apertrecha ahora de leyes derogatorias de los principios fundamentales contenidos en la Carta Magna, tiroteando en un golpe alevoso e infame,  la voluntad de la mayoría que le dijo NO,  a “su socialismo”. ¿Hasta cuándo este mandatario que ha convertido en chatarra a Venezuela, jugará con la paciencia democrática de los venezolanos?...

¿Estado de Derecho o Gobierno de Facto?...

Myriam Obadía
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