Del cielo al infierno

El demócrata John Edwards fue durante años ese yerno que toda suegra quiere tener. Un hombre atractivo, de buenas maneras e inteligente. Unas cualidades que lo hicieron ser senador, aspirante a la vicepresidencia junto a John Kerry en 2004 e, incluso, candidato dentro de su partido para ser nominado este mismo año.

Su perfección, sin embargo, se ha venido abajo estos días y Edwards ha viajado del cielo al infierno en cuestión de horas. Mientras tanto, Estados Unidos atiende de nuevo a uno de esos episodios que ratifican la creencia de que nada es lo que parece y que ese marido perfecto existe cada vez menos.

El pecado del ex senador, más allá de su desliz amoroso o sexual fuera del matrimonio, ha sido mentir. Y es que mentir sale caro en EEUU y más si quien miente es alguien que ha basado su carrera política en la honestidad.

Él y su esposa, Elizabeth, se habían labrado el apelativo de "pareja perfecta" y juntos habían superado la muerte de su hijo mayor en un accidente de tráfico cuando tenía 16 años, y los dos episodios de cáncer de mama que ha sufrido ella.

Edwards ha pasado ahora al lugar que la política estadounidense deja para esos hombres que mienten y del que pocos, menos Bill Clinton, son capaces de huir.

Edward negó durante la campaña que hubiera tenido un romance con la cineasta Rielle Hunter, de 42 años; pero ahora ha tenido que dar la razón a la publicación que lo descubrió, el National Enquirer.

Su carrera política podría estar ahora acabada, si se tienen en cuenta, por ejemplo, las declaraciones del ex congresista por Michigan David E. Bonior, que participó en la campaña de Edwards. Para Bonior, Edwards ha "traicionado" a aquellos que creyeron en él .
 
"En política no puedes mentir y luego esperar que la gente crea en ti", dijo el ex congresista sobre el que era uno de los hombres que, hasta ahora, sonaba en los círculos políticos para formar parte del gabinete del candidato demócrata Barak Obama, en caso de que este gane las elecciones el próximo 4 de noviembre.

Según dijo el ex presidente del partido Demócrata, Don Fowler, al diario "The Washington Post", cualquier intento de Edwards por entrar en una futura administración Obama "está muerto".

Lo curioso y doloroso para muchos es recordar lo que Edwards llegó a decir cuando el escándalo de Bill Clinton y Monica Lewinsky salió a la luz.

"El  Presidente ha demostrado una sorprendente falta de respeto hacia su posición, las dimensiones morales del liderazgo, su esposa y su hija", soltó en su día Edwards. Ver para creer, dicen muchos ahora.