La volatilidad devolvió el color verde al parqué neoyorquino. Desafiando la fuerte escalada de la inflación en julio los inversores optaron por quedarse con las cifras de consumo.
Después de un arranque de sesión en negativo los tres principales índices bursátiles de Estados Unidos se dieron la vuelta a media sesión y cerraron al alza. El Dow Jones de industriales repuntó un 0,73%, hasta 11.616,83 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor`s 500 sumó un 0,55%, hasta 1.292,94 puntos. El mercado tecnológico Nasdaq Composite avanzó un 1,03%, hasta 2.453,67 puntos.
La principal bolsa del mundo se aferró a la volatilidad para cambiar de rumbo y adentrarse en terreno de ganancias. La inestabilidad que se respira en el mercado quedó un día más patente con los números verdes que aparecieron en las pantallas de Wall Street a pesar de que las referencias macroeconómicas conocidas hoy aconsejaban vender más que comprar. Los inversores se olvidaron de las noticias que llegaban a sus oídos media hora antes de que el mercado abriera sus puertas.
Ojos que no ven corazón que no siente. Con esa máxima como lema los índices estadounidenses miraron para otro lado y se desmarcaron de las malas noticias macro con las que el Departamento de Trabajo les daba los buenos días. En el mes de julio el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha repuntado un 0,8%, el doble de lo que habían pronosticado los analistas. La inflación estadounidense se sitúa en el 5,6% interanual, su nivel más alto en los últimos 17 años.
Este repunte incrementa las posibilidades de que la Reserva Federal (Fed) aplique una subida tipos a medio plazo, pero en Nueva York no quieren ni oír hablar de este asunto. Tampoco quieren saber nada del alza en los precios de los combustibles, que en los últimos doce meses acumula una subida del 29,3% -en julio han subido un 4%-. No se quedan atrás los precios de los alimentos, que se han incrementado un 6% en términos interanuales.
Por si estas referencias no fueran razón suficiente para estar preocupados, hoy también se divulgaron las cifras semanales de peticiones de subsidio por desempleo. A pesar del recorte de 10.000 personas registrado en la semana que finalizó el 8 de agosto la cifra total se sitúa en 450.000 solicitudes, por encima de las 440.000 pronosticadas por los expertos.
Los inversores estadounidenses, no obstante, mantuvieron la calma y se decantaron por las compras animados por las cifras con las que Wal Mart se presentó hoy en el parqué. El gigante minorista, el mayor referente empresarial sobre el consumo, ha sorteado los efectos del deterioro económico y ha incrementado su beneficio un 17% en el segundo trimestre del año, hasta 3.450 millones de dólares. Esta mejora ha llevado al grupo de distribución a mejorar sus objetivos para el conjunto del ejercicio, que espera cerrar con un beneficio por acción (bpa) de entre 3,43-3,50 dólares, frente del rango precio de entre 3,30-3,43 dólares. Sus títulos subieron cerca de medio punto porcentual.
En positivo avanzaron también las hipotecarias estatales Freddie Mac y Fannie Mae, ambas con subidas en torno al 7%. Los inversores apostaron por estas dos compañías en bolsa después de que se levantaron las restricciones que recaían sobre ellas. La Seguridad de la Industria y Mercados Financieros anunció hoy que los préstamos sobre viviendas a largo plazo financiados por las dos firmas serán aceptados en el mercado de bonos.
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