Zapatero se enfrenta a un Comité Federal en el peor momento de su mandato

El PSOE afronta el próximo sábado un Comité Federal con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas y en el que, precisamente, se aprobarán los cabezas de lista autonómicos y a los grandes municipios y provincias. Una doble cita electoral que se presenta crucial para Zapatero cuyo mandato atraviesa uno de sus peores momentos ante el temor de que el proceso de paz se frustre. Por este motivo, la dirección del partido quiere evitar cualquier tipo de polémica durante el debate en el máximo órgano entre Congresos, pese a que se suscitarán espinosos asuntos que han creado polémica interna, como la formación del tripartito en Cataluña en contra de los deseos de Zapatero, o el ‘culebrón’ madrileño, que acabó con la designación de Miguel Sebastián como candidato al Ayuntamiento capitalino. Pero el líder del PSOE preferirá centrarse en lo bien que marcha la economía y en los avances sociales. Al final, como resumía un veterano dirigente del PSOE, “no pasará nada. No habrá bronca, como algunos auguran, y habrá cierre de filas. No vamos a dar ninguna ‘carnaza’ al PP, desde luego”.

La cita, sin embargo, viene precedida de tensos acontecimientos que Rodríguez Zapatero ha ido sorteando estos días como ha podido. El principal, la escalada de violencia callejera y la desafiante y chulesca actitud de los dirigentes de Batasuna, unido a controvertidas decisiones judiciales que están poniendo en serio peligro el avance del proceso de paz, como ha reconocido el propio Zapatero públicamente y el ministro del interior Alfredo Pérez Rubalcaba en un desalentador informe interno que presentó a la Ejecutiva de su partido el lunes pasado.

El delicado momento del proceso, lógicamente, será también abordado en el discurso que realizará ante los miembros del Comité Federal Zapatero quien, se supone, centrará sus criticas, al igual que hizo José Blanco el otro día, en la actitud obstruccionista que sigue adoptando el PP y en las “disparatadas” condiciones que sus dirigentes han puesto sobre la mesa para poder apoyar al Gobierno. No obstante, y aun reconociendo las dificultades por las que se está atravesando la situación , el líder del PSOE, como viene siendo habitual, dejará un poso a la esperanza en su obsesión por lograr la paz en Euskadi.

Pero, al margen de este asunto sobre el que seguramente se escucharán diversas ‘reflexiones’, principalmente por parte de los dirigentes vascos, los asistentes al Comité Federal escucharán un balance bastante positivo, por no decir idílico, de la marcha de nuestro país, tanto en el terreno económico como en lo que atañe a las políticas sociales que es de lo que más le gusta presumir a Zapatero.

El secretario general del PSOE no podrá soslayar el nuevo mapa político que se ha abierto en Cataluña con la reedicción del tripartito por parte de José Montilla, aún en contra de su voluntad y las repercusiones que ya está teniendo en la política de alianzas que el Gobierno central mantenía hasta ahora en el Congreso. En este tema, que ha levantado fuertes críticas en el partido y una fuerte tensión con el PSC, la dirección del PSOE no quiere ‘broncas’. De hecho, el secretario de Organización, José Blanco, ya se encargó en la reunión que mantuvo la Ejecutiva del partido al inicio de esta semana de ‘aleccionar’ a los dirigentes regionales para que eviten reproches al ex ministro, cuya presencia se espera aunque no se tiene confirmada, al igual que tampoco se sabe si acudirá su antecesor, Pascual Maragall, todavía en calidad de president en funciones de la Generalitat.

Nadie duda, pues, que en lo que se refiere al tripartito se selle la ‘paz’, sobre todo porque la postura oficial, después de haber ‘tragado’ quina, es ahora la de “cerrar filas” con el nuevo Govern d’Entesa y ayudar al PSC a superar los errores del pasado. Y tampoco se quiere que una posible disputa entre los dos partido ‘hermanos’ en el seno del Comité Federal sirva al día siguiente de ‘alimento’ para un PP que, con la vista puesta en las elecciones de mayo, está utilizando toda su artillería pesada contra Zapatero y el PSOE.

Precisamente, una de las pocas voces disonantes que se esperaba haber escuchado durante la reunión era la del ex presidente de la CAM, Joaquín Leguina, del que ‘casualmente’ está al caer un artículo supercrítico sobre la reedición del tripartito, y quien escribió el sábado pasado otro duro artículo en un diario nacional en el que denunciaba la ausencia de debate interno en este órgano del PSOE y la falta de democracia a la hora de seleccionar los nombres de los candidatos, en concreta alusión a la designación a ‘dedo’ por parte de Zapatero de Miguel Sebastián como rival socialista de Alberto Ruiz Gallardón en las elecciones municipales de Madrid. Pero Leguina no acudirá a la reunión del Comité Federal porque tiene un compromiso en Huelva, apalabrado desde hace tiempo, según explicó a este boletín el actual presidente de la Comisión de Defensa del Congreso.

De todas formas, algunos dirigentes del PSM, como José Acosta, van con la intención de sacar a colación la polémica que, como es público y notorio, creó fricciones en el partido regional, sobre todo por el espectáculo con el que ha venido precedido. Otros destacados dirigentes, no menos veteranos que Acosta, como el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco, también tienen pensado intervenir si llega el caso, pero para dejar claro que aunque ni a él ni a muchos compañeros suyos les ha gustado ni el fondo ni las formas de la designación de Sebastián, ahora lo que ‘toca’ es volcarse con el nuevo candidato y ayudarle para que pueda darle ‘un susto’ a Gallardón.

En definitiva, que la disciplina de partido primará sobre cualquier otra cosa y, salvo sorpresas, el Comité federal del PSOE discurrirá como ‘una balsa de aceite’ con la confianza renovada en un Rodríguez Zapatero que pasa por momento difíciles. Al menos, hasta ver que pasa en las elecciones previstas para la primavera.