Caracas.- Sectores opositores venezolanos rechazaron el jueves la decisión del Gobierno de tomar el control de la distribución de gasolina, con el argumento de que la medida no evitará el contrabando hacia Colombia, y dijeron que la medida podría generar un "conflicto" que provocaría la escasez del combustible en el país.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció este miércoles la toma de control de la distribución de gasolina mediante una ley que la Asamblea Nacional (AN) prevé aprobar la próxima semana.
El opositor y experto petrolero Juan Carlos Sosa señaló este jueves que la medida anunciada por Chávez no debe sorprender a los venezolanos dado el carácter "comunista" de su Gobierno, al que "le molesta" la existencia de un sector privado que produzca "alguna riqueza".
Sosa agregó que la decisión de acaparar la distribución de combustible expresa el "desespero" gubernamental ante la "realidad" de que existe "desabastecimiento" de gasolina en algunos lugares de Venezuela, quinto exportador mundial de crudo.
Ello "no es por culpa de los transportistas", sino a la "cada vez menor producción" de gasolina en las refinerías nacionales y a que "200.000 barriles diarios" de ese combustible "se fugan a Colombia", declaró Sosa a la cadena privada Globovisión.
El director de la revista Petroleum afirmó que la respuesta a la situación está en "hacer eficientes las refinerías" locales y "sincerar los precios" de la gasolina en el mercado interno para permitir que los transportistas obtenga un "margen de ganancia" capaz de desalentar la comercialización ilegal en Colombia.
El litro de gasolina se vende en Venezuela a unos cinco centavos de dólar, uno de los precios más baratos del mundo, con una cotización fija de la divisa en 2,15 bolívares.
Por su parte, el diputado ex chavista Luis Tascón aseguró este miércoles que la Ley Orgánica de Reordenamiento del Mercado Interno de Combustibles, que anoche aprobó en primera discusión la AN, "es un detonante para el conflicto" en el país.
Tascón argumentó que la ley se redactó sin la participación de los transportistas y prevé un lapso de 60 días para la expropiación de las empresas del sector, lo que podría ser rechazado por afectados con una huelga que afectaría el suministro interno.
Agregó que ese posible conflicto de la gasolina podría, incluso, poner en peligro la celebración el próximo 23 de noviembre de las elecciones regionales y municipales, y expresó su esperanza de que ese no sea el objetivo real de la medida gubernamental.
Chávez justificó ayer la medida de acaparar la distribución de gasolina al señalar que esa labor está en manos de empresas privadas que obtienen cuantiosas ganancias "sin sudar una gota" por la reventa del combustible que le compran a la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).
Por su parte, miembros del oficialismo que dominan casi todos los 167 escaños de la AN señalaron que la medida busca, además, evitar el contrabando de gasolina hacia Colombia, a donde se pasan de forma ilegal 27.000 barriles diarios de gasolina, según datos oficiales.
Chávez sostuvo este miércoles que el proceso de toma de control de la distribución de combustible excluye una eventual expropiación de las estaciones de servicio operadas por privados.
Según datos aportados por el mandatario, en Venezuela existen actualmente 1.854 estaciones de servicio, de las cuales unas 1.254 están en manos privadas.
Por su parte, transportistas de combustible afiliados a la patronal Fedecámaras expresaron ayer su rechazo a la medida oficial y aseveraron que la "verdadera intención" del Gobierno es "expropiar las estaciones de servicio" porque "quiere controlarlo todo".
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