"Finalmente 10 años de injusticia se terminaron. A partir del 4 de septiembre se empiezan a pagar más de 62.000 perjudicados por los ex accionistas de Filanbanco", dijo el gerente general de la Agencia de Garantías de Depósitos (ADG), Carlos Bravo, en una cadena nacional.
Un grave problema de liquidez registrado en 1998 en el Banco del Progreso desató una crisis general del sistema financiero ecuatoriano, que se extendió hasta 1999, cuando el Estado intervino una veintena de bancos privados entre ellos el banco Filanbanco del grupo Isaías y de Préstamos de la asociación Peñafiel.
Varios bancos fueron liquidados, otros fueron reestructurados y algunos pasaron a manos del Estado, en un proceso de saneamiento que le ha costado al erario nacional más de 8.000 millones de dólares.
El gerente de la AGD pidió a los afectados de la crisis financiera de hace una década informarse sobre el cronograma de pagos el cual será del "100 por ciento del capital de sus acreencias depositarias", según dijo.
"Esta decisión sólo ha sido posible gracias a un Gobierno digno y comprometido con los interese nacionales", dijo Bravo, tras indicar que la AGD que se creó hace 10 años para sanear la deuda de los bancos, lo entregaron hace dos meses "desmantelado, sin personal, sin archivos, ni memoria institucional".
Bravo dijo que pese a las "deficiencias que serán superadas" la AGD realizó cientos de incautaciones al grupo Isaías y Peñafiel "cuyos huecos patrimoniales sumados superan los 1.000 millones de dólares".
El pasado mes de julio la AGD se incautó de más de 200 empresas del grupo Isaías, y en agosto intervino seis empresas de la agrupación Peñafiel en la que se incluía, también, más de 400 paquetes accionarios.
"La relación incestuosa entre la banca corrupta y la política quedó desenmascarada. Millones de ecuatorianos fueron despojados de sus ahorros, cientos de miles de familias quedaron destrozadas (...) pero todo tiene su límite, y si el siglo XX fue de la bancocracia hoy en el siglo XXI será del pueblo", agregó Bravo.
"La AGD les está golpeando en donde más les duele ( en referencia a los ex accionistas) en todos sus bienes mal habidos, están desesperados se sienten acorralados", dijo el funcionario.
"Por fin después de las incautaciones realizadas el dinero vuelve a los bolsillos de los verdaderos dueños, sin más demoramos ni pretextos", agregó Bravo.
Por su parte, la ministra de Finanzas, Wilma Salgado, que también participó de la cadena nacional, dijo que con éste anuncio se demuestra "que no se debe perder jamás la esperanza" y "que sí son posibles los cambios".
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