El Gobierno de Panamá anunció su plan para atraer la inversión extranjera directa y enfrentar la crisis energética, con miras a posicionarse como líder regional en inversiones extranjeras, desplazando así a Costa Rica. Panamá ha sostenido un sorprendente índice de crecimiento, situándolo en un 149% en lo que se refiere a captación de inversiones extranjeras. Si la tendencia se mantiene, a finales de 2008 se habrá ubicado como líder regional en este renglón económico.
Varias son las razones de su atractivo: nuevas políticas migratorias implementadas por el Gobierno hace cuatro años; agilidad en los trámites; nueva legislación para facilitar el establecimiento rápido de los negocios; decidida política gubernamental de desarrollo; inversión pública y publicidad internacional sobre el enfoque del nuevo país.
Otras medidas exitosas son las visas permanentes a inversionistas previa comprobación de solvencia económica propia, o que hayan realizado una compra de propiedades superior a 200 millones de dólares, y una nueva ley para crear el Servicio Nacional de Migración, institución que facilita a los extranjeros los trámites para asentarse en el país.
El perfil urbano panameño se ha modificado totalmente en los últimos 4 años, siendo para muchos el Singapur de América Latina, tras un repunte en el sector construcción, que creció un 8% en comparación con otras naciones centroamericanas, atrayendo un mayor capital extranjero.
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