El Nuevo Día de Santa Cruz, destaca que los efectos de las inundaciones, heladas y sequías que sufre el país como consecuencia del fenómeno climatológico “El Niño”, son considerados como los peores en los últimos 20 años, según el director nacional de Defensa Civil, Gonzalo Lora. Hasta el momento, al menos 38 personas han fallecido en el país, por las riadas y las enfermedades generadas por el clima.
Más de 34 mil familias sufren por este fenómeno. El propio presidente de la República, Evo Morales, ha tenido que pedir más ayuda internacional, a países y organismos, toda vez que los gobiernos nacional, prefecturales y municipales se han visto rebasados ante las grandes necesidades. Sólo en Santa Cruz, señaló Gonzalo Lora, se requieren 4.700 carpas, de las cuales se cubrió un 20 por ciento hasta hoy. “Ya hemos recibido carpas de Venezuela, Japón y Usaid, pero vamos a recurrir a la Cruz Roja de Panamá para pedirle una buena cantidad adicional”, dijo el Director de Defensa Civil.
Según informe del Viceministerio de Defensa Civil, Santa Cruz es el departamento más golpeado por “El Niño”. Luego le sigue Cochabamba, La Paz, Potosí, Tarija, Chuquisaca, Beni, Oruro y Pando, en ese orden. Las inundaciones son las que más desastres han provocado, en comparación con las heladas y sequías en Bolivia.
“La gente ha perdido prácticamente todo, no tiene alimentos, casas ni cultivos”, lamentó la representante para Bolivia del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Victoria Ginja.
La funcionaria aseguró que, en estos momentos, Bolivia es prioridad para el PMA y una muestra de ello es la partida adicional de medio millón de dólares que fue aprobada en menos de 24 horas por el Director Ejecutivo de este organismo de Naciones Unidas.
“Primero se quiere garantizar la parte humanitaria, como la alimentación, el agua y los medicamentos, en particular para los niños”, explicó al advertir que la situación “puede empeorar” porque la época de lluvias aún se prolongará hasta marzo. Según Ginja, la ayuda internacional ante este desastre es vital, porque los recursos del Gobierno no son suficientes.