Ya podemos poner excusas. Reírnos o llorar según toque. Ni Barcelona ni Real Madrid estarán en Münich. Ambos equipos se conforman esta temporada con lo de casa. Copa y Supercopa lucen en la Ciudad Condal y el desenlace de la Liga tendrá su capítulo más decisivo este domingo en Montjüic. Cuatro puntos de renta y su victoria en el Bernabéu dejan al Barcelona con todas las cartas en la mano para salir airoso de un nuevo enfrentamiento directo. Ancelotti y sus jugadores saben que sólo pueden ganar para después, en los tres partidos que restan, confiar en otro traspiés para levantar una Liga que parece destino Barcelona.
En la tarde de este domingo no solo, que ya es bastante, se decidirá el destino de la Liga, sino que también habrá un nuevo capítulo en la rivalidad Barcelona-Madrid. Será el último clásico de Carlo Ancelotti y la última oportunidad para el equipo blanco de poder ganar al Barcelona esta temporada. El madridismo ha respirado esta semana, al ver como el Inter eliminaba a su eterno rival. Y ha disfrutado por la manera como lo ha hecho. Momento para sacar pecho y reivindicar las seis Champions que logró el Madrid en un periodo de diez años. De comprobar, además, como la hipocresía en la crítica a los arbitrajes desnudaba el Relato que tratan de imponer en nuestra Liga Negreira. Y que no es otro trasformar en víctima al equipo que ha pagado durante 18 años para comprar los favores de quién decidía el destino de los árbitros.
En España todo eso es posible. Hasta un apagón se celebra con congas en la calle. El fútbol no va a ser menos. Aquí el Relato está sustentado contra el Real Madrid y da igual la realidad. El antimadridismo se ha instalado en la mayoría de los medios de comunicación y la defensa bizantina se encuentra en las redes y en una televisión de club, con un share inferior al 1%, que pone a bailar a todos aquellos que defienden el Relato. Y lo hace mostrando los hechos bajo la lógica perspectiva de un medio destinado a los madridistas. Ni eso ya se permite en nuestra Liga. Perdón, no se le permite al Real Madrid. El Relato tiene que ser otro. O no serlo.
La anunciada queja de algunos árbitros antes del partido en la RFEF, la designación de Hernández Hernández (reconocido hincha del Barcelona), el victimismo europeo contra Marciniak (acusado de madridista por una foto de un neceser) o declaraciones entre algunos jugadores van a ir calentando el partido según se acerque la hora del mismo. En Barcelona siempre me ha dado la sensación de que ha interesado/gustado ese ambiente guerracivilista frente a Madrid. Siempre que se quede en el fútbol sería hasta positivo, pero el problema es cuando traslada esa frontera y el odio patea el balón. Ahí es la diferencia que muchas veces, desde Madrid, nos cuesta entender. El domingo solo se jugará un partido de fútbol.
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No(
