“POR”, no es la abreviatura de un ente mixto-privado-público local-nacional-internacional.
Tampoco son las siglas de un partido político… aunque se podría aprovechar para una formación-deformación política llamada Partido Obrero Reaccionario, Partido Obrero Realista o Partido Obrero Revolucionario… entre los obreros, como en el resto de productores-trabajadores… “hay gente pa´ tó”.
Este, “POR”, no es la preposición al uso.
“POR”, en este caso, son apuntes sintetizados de los pros y contras del Pesimismo-Optimismo-Realismo.
Casi todos conocemos el ejemplo gráfico de la botella medio llena-medio vacía.
El pesimista, con cara de gilipollas enfadado, dice-piensa: “solo queda media botella”. Es un pesimista cenizo porque no hace nada por mantener el nivel o llenarla.
El optimista, con cara de gilipollas contento, dice piensa: “todavía queda media botella”. Es un optimista cenizo porque no hace nada por mantener el nivel o llenarla.
Ese porcentaje de pesimistas-optimistas, sin más enjundias, son sujetos que no aportan ninguna solución al futuro de la botella. Son como los militantes bipartidistas más cenizos-fanáticos; ante el mismo asunto y parecidos resultados, son ultra optimistas cuando “mandan” los suyos… y son ultra pesimistas cuando “mandan” los otros.
El realista, por lógica, ha de plantear-planificar propuestas alternativas a la parálisis de los ultra fanáticos-cenizos. Es decir, advierte, que para seguir bebiendo-comiendo-viviendo hay que producir-trabajar con un máximo de sentido-sentimiento común y con un mínimo de dignidad-justeza-igualdad.
¿Se dan esas circunstancias realistas… en la puta-santa trinidad capitalista que monopoliza, o casi, todo el sistema económico del mundo mundial?
Por cierto, ante la evidente imagen actual de desigualdad sin límite, la opinión de los, “POR”, sería más o menos así:
El pesimista cenizo-canino dice-piensa… “las elites lo tienen todo atado-atemorizado, no se puede hacer nada para y por cambiarlo”. Y sigue vagueando.
El optimista cenizo-adinerado dice-piensa… “es maravilloso el sistema económico vigente, puedo adquirir-disfrutar de todo lo que me ofrece el “mercado”. Y también sigue vagueando.
El realista, advierte: ojo, la libertad sin justicia social es una estafa… y las desigualdades sin límites… son polvorines letales que nada-nadie puede pronosticar cuando explotarán
Claro, las opiniones-visiones pasivas de los, “PO”, sobre la botella y la economía, tienen un paralelismo con las opiniones-visiones de casi todo lo que se menea o no se menea… incluido el cambio climático; la contaminación por tierra, mar y aire; los recursos-reservas terrestres; la sostenibilidad nuestra, de la fauna-flora y del planeta; las estructuras del sistema; la arrogancia negativa de las elites; la armonía-equilibrio natural-artificial que necesitamos, etc., etc., etc.
Hay ciudades saturadas y hay pueblos abandonados a lo tonto o al tuntún. Estamos, en un modelo de sociedad-suciedad que ya es un desastre de desastres. Alimentamos mal el estómago de La Tierra… y sus arcadas, eructos, volcanes, temblores, terremotos, vómitos… vienen y van de menos a más.
Conozco pesimistas que empezaron siendo optimistas y conozco optimistas que empezaron siendo pesimistas. Es verdad que la especie humana necesita evolución y cambio, pero soy escéptico ante los veletas…más de conveniencia que de convicción.
O toman las riendas personas realistas, por el bien de casi todos para nuestro presente-porvenir… o lo pocho-tocho de los pesimistas-optimistas destructivos desemboca en más abusos, calamidades, guerras, vicios o violencias sin fin.
Por supuesto se resistirán-resentirán casi todas las elites. ¿Y qué?
El tiempo, cada vez más breve-caótico, será testigo.
¡Que los dioses repartan cordura, salud y suerte!