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Deseos

sábado 30 de diciembre de 2023, 08:00h

Según “los expertos” del gremio, en dos semanas, de Nochebuena a Reyes, se consume el 85-90% de los turrones que se elaboran durante casi todo el año. Si hay “expertos” en todo o casi todo: ¿por qué vamos-venimos tan desequilibrados?

Por esa regla de tres, parece que el turrón y los mejores deseos van de la mano. Sí, porque en esos mismos días-noches, y en parecidos porcentajes, se concentran por auténtica mayoría absoluta… las alegrías, las enhorabuenas, las felicidades, las atenciones, las intenciones, la generosidades, las sinceridades, las solidaridades, etc., del género humano. Ya sabemos, el resto de casi todo el año funciona… “el sálvese el que pueda” y el “búscate las vida”… bajo la dictadura de la competitividad.

“Felices Fiestas y Próspero Año Nuevo”… es la felicitación-deseo más frecuente y tradicional. Hay otras muchas felicitaciones, unas acertadas, y otras horteras o esnobistas al rebuscar en lo “novedoso” y en lo “original”.

Los miles y miles de “perdedores” en la lotería y otros juegos, superan la decepción porque “habrá tocado a los que más lo necesitan”, “porque mañana o pasado es fiesta y al otro también”, y “porque en el próximo sorteo me tocará”.

Depositar la esperanza y progreso individual-familiar en juegos de azar es de una actitud-aptitud humana más que preocupante. Si hubiese justicia social y verdadero bienestar económico-laboral… las loterías-juegos serían el aguinaldo, o un postre especial… que degustamos con satisfacción y complacencia con seres queridos.

El problema-problemón, es que la felicidad navideña y del nuevo año, para muchos millones y millones de niños y jóvenes, con y sin fronteras, es un deseo, es una utopía… que con el ultra capitalismo mangante-reinante privadísimo, jamás será realidad.

Es verdad, que otro amplio sector de la población, todavía celebramos “estas fiestas” con la sobriedad que merece el final de un año difícil y el comiendo-deseo de un año que sea más fácil, notable y conciliador.

Pero las guerras, las hipocresías de las elites y derivados, las insaciabilidades crematísticas privadas, etc., etc., hace que semejantes mercancías-mercaderes-monstruos repartan excesos a sus niños y provoquen carencias a muchísimos más.

Al margen del deseo carnal-erótico… “deseo”, es el impulso hacia lo apetecible, es la voluntad hacia el conocimiento, posesión o disfrute de casos o cosas sin perjudicar a terceros.

“Arder en deseos de”… es desear-querer mucho a personas o cosas.

“Coger a deseo”… es lograr con entusiasmo lo que apetece.

“Venir uno en deseo de una cosa”… es desearla.

Ojo, el impulso en los deseos puede acabar en ímpetu en los deseos, que como el ímpetu en las pasiones… también pueden ser bruscos, fanáticos, furiosos, violentos.

Hay que evitar los deseos-ímpetus de los bajos fondos-vicios sin límites. Hay que evitar los bajos instintos de las avaricias sin límites. Hay que evitar-medir-pesar las altas-bajas pasiones y sus consecuencias sin límites.

Solo evitando, “las falsas grandezas”, “las falsas apariencias” y “los sobre valorados éxitos superficiales”, iremos andando hacia la armonía, la realidad, la concordia, el mérito, el respeto, la cultura y la belleza.

Ese camino a seguir, es mi deseo personal, familiar y universal para las fiestas en general, y para el día a día-porvenir en particular.

Hoy 30/12/2023, y siempre… deseo que haya paz, salud, sentido común, suerte, aguinaldos y dulces para el conjunto de La Naturaleza y de La Humanidad.

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