Creo que esta primera parte del título de la crónica es-será el prólogo de mi próximo libro. Y creo que la segunda parte es-será el epílogo de un libro que recoge ochenta y tantas crónicas genéricas… incluidas varias anotaciones de temática taurina como las que he publicado de la Feria de San Isidro 2022 aquí en Diario Crítico.
Mensaje, es recado, comunicado, insinuación, noticia… que envía una persona a otra. Quien dice persona dice asociación-estructuración-grupo, etc., de personas.
Mensaje es comunicación oficial entre el poder legislativo y el ejecutivo, o entre dos asambleas legislativas.
Mensaje es comunicación escrita de carácter político, social, económico, religioso, etc., que una colectividad dirige al monarca o a elevados dignatarios, o que estos dirijan a aquella.
Mensaje es el conjunto de señales, signos o símbolos teóricos-práctico que es objeto de una comunicación. Mensaje es aportación religiosa, moral, intelectual o estética de una persona, doctrina u obra; también es trasfondo o sentido profundo trasmitido por una obra intelectual o artística.
Sí, hay más acepciones de la palabra mensaje…he recordado las más importantes-influyentes en y para el día a día.
Sí, nuestras actitudes y aptitudes dependen mucho de los mensajes y hay menos mensajes para gustos que para disgustos.
En efecto, estamos en un “modelo-sistema” de sociedad-suciedad donde no faltan “famosos” profesionales de las falacias. O hay fatuos nombres-renombres tan sucios como sobre valorados… en todas las órbitas y disciplinas que nos condicionan. En realidad, tampoco es muy difícil hacer ver que lo blanco es negro, o al revés… cuando los auténticos y minoritarios poderes divulgativos-económicos-políticos se ponen de acuerdo para hacer-deshacer a sus gurús-antojos. Y menos en la sociedad-suciedad que nos camela porque todo tiene precio…incluido la compra-venta de vocaciones-voluntades. Además no paran de “inventar” tontadas para tontainas o atontarnos.
La lucha más justificada y urgente de todas las luchas habidas y por haber es la lucha por la dignidad-justicia social.
Como he firmado en otras ocasiones, solo soy un observador medio, sin más, que canta-cuenta las aventuras-desventuras cotidianas… observador que está hasta la montera de tanto hortera con cargo-cartera y de tanta corrupción-desigualdad-pobreza-riqueza sin límite ni castigo.
La libertad sin dignidad-justicia social es la peor o es de las peores estafas.
Cerrar los ojos, tirar para adelante-atrás sin más, pasar olímpicamente… ante tantísimas calamidades-carencias humanas es de responsables-irresponsables cobardes, podridos, perturbados. Es de “triunfadores rotundos-tajantes” cuyo mensaje a corto-medio plazo es el “triunfalismo” donde germinan las molestias, las decepciones y los fracasos más-menos anunciados y casi genéricos.
Este librito, desde la perspectiva de un autodidacta y libre pensador, es un conjunto de mensajes realistas en casos-cosas-cosos, en nombres propios, en pros y contras, o en sospechas… que cuestionan y denuncian los mensajes y mensajeros de las elites y sus cómplices porque engañan, hacen sufrir o directa-indirectamente matan a públicos-pueblos inocentes de todo o de casi todo el mundo.
Es-será un libro para que nada ni nadie me-nos tome por bobos del ji, ji, ji-ja, ja, ja.
Si (
No(
