“Las personas optimistas-positivas sin fisuras”, nos recuerdan a casi todas las horas del día en casi todos los foros… que hay que vivir, disfrutar y divertirse con intensidad todos, o casi todos los momentos de la vida.
No, no entiendo con un mínimo de calidad-claridad el fondo-forma-norma de tales injerencias-recomendaciones.
Ojo, lo recuerdan personajes-personajillos, que están, o suelen estar, en un momento más-menos extenso en lo que se ha dado en llamar: “la cresta de la ola”, “minuto de gloria”, “onda de la apariencia sin ciencia”, etc., etc.
El sesudo y polémico jesuita aragonés Baltasar Gracián (1.584-1.658), si viviese años del siglo XX y lo que va del XXI… además de hacer sus continuas alusiones a la necedad-necios, añadiría lo relacionado con las modas-modorros… y modas-modorras también.
¿Qué es un momento?
Un momento, desde una perspectiva histórica de origen-tiempo en lo trascendente de la civilización, puede abarcar décadas, incluso siglos, si tenemos en cuenta que según los entendidos hay momentos-vidas desde hace miles o millones de años.
El momento-tiempo tiene varias lecturas.
¿Un niño y un anciano tienen el mismo concepto de lo que significa momento? ¿Y un necio y un inteligente o un ansioso y un calmoso como miden los momentos?
Hay momentos tan efímeros como dramáticos que parecen eternos. Hay momentos casi eternos que saben a nada-poco colectivo- personal. Es decir, en ochenta años, que es la vida media del personal actual… puede ocurrir que pasen algunas cosas relevantes o que no pase ninguna, al margen de la dependencia de uno mismo y de los demás… porque sobre todo dependerá de las circunstancias y cursos de la Ciencia-Historia.
Hablar de momentos más-menos intensos, sin matizar, es hablar por hablar, es demagogia, es abstracción… son momentos de cotilleos-embrutecimientos-equívocos-osadías-vaguedades sin fin.
Además, los falsos, fracasados, fuleros, necios o superficiales “optimistas-positivistas” incitan a “vivir” al vehemente-vano ritmo de nerviosismo, competitividad y consumo ultra capitalista… qué son la negación de la auténtica, equilibrada y saludable vida humana.
¿Qué es “vivir-disfrutar-divertir” cada momento con intensidad? ¿Es alargar el placer hasta el dolor o el dolor hasta el placer?
Reflexionemos:
- ¿Absorber-beber cerveza, gaseosa de color, vino, o lo que sea, por todos los orificios del cuerpo… o bañarse por la mañana en la playa, por la tarde en la piscina y por la noche en la ducha? ¡Hay líquido potable para tanto despilfarro!
- ¿Desayunar, comer, merendar y cenar dos o más veces al día? ¡Hay recursos-reservas para esos abusos!
- ¿Tomárselo todo a broma, a risa, o en “positivo”… cuando hay situaciones límite en complicidad- corrupción-miseria?
- ¿Viajar casi a la velocidad de la luz para mirar esto o lo otro sin más enjundias?
- ¿Consumir por consumir o competir por competir sin considerar acerca de las posibilidades-potencialidades reales del Hombre y de la Tierra-Naturaleza?
- ¿Seguir a pies juntillas las bobadas-simplezas de la marquesa tal, de la princesa cual o de la frívola parienta de esta o aquella tonadillera?
- ¿Estar más pendiente del gol X, del ídolo XX, del beso-trofeo XXX, que del civismo, compartimento, comportamiento o educación personal-vecinal-global?
- ¿Cambiar de pareja, de aparejos, de pájaros, o de lo que sea… como si de cambiar de moda-muda se tratara?
- ¿Partirse la cara, o partir la amistad-convivencia con personas correctas-cercanas… por la conveniencia de un politicastro al uso… o por un “campeón”-equipo con escaso o insuficiente sentido-sentimiento-sensibilidad común?
- ¿Contemplar, y hasta admirar, los excesos de parte de las elites sin ver las carencias-necesidades de tantísimos seres humanos… o ponerse de estimulantes artificiales hasta la montera para crear, crecer, creer o querer ser azarosos-falsos “números uno”.
Claro que en todos los momentos- casos hay alguna que otra excepción.
Continuará…