www.diariocritico.com

Meme-nto mori

jueves 27 de octubre de 2022, 12:00h

Algunos la llaman generación zote. Otros, generación de cristal. Zillennials (si eres un boomer moderado), los lloricas, los inconformistas, los ofendiditos, los extremistas... A veces una lo que tiene que hacer es defender a su propia generación; en mi caso, la generación Z.

Los zoomers tenemos nuestras cosillas, desde luego, pero también aportamos otras: Tenemos nuestra propia forma de entender el disparatado mundo en el que vivimos; internet nos ha criado con una sobreinformación de todo lo que pasa a nuestro alrededor, y nosotros se lo hemos devuelto en forma de arte digital. Puedes encontrar a los mejores músicos en Soundcloud, a los performers más talentosos en Tiktok, y hasta grandes como el pintor David Hockney se atrevieron a dar el salto a Instagram.

Los zoomers hemos creado el post-arte: el arte hecho por el pueblo (el usuario), para el pueblo, que desde hace años forma parte de nuestras vidas y se abre paso a gran velocidad en una sociedad acostumbrada a la sobreexposición de la cotidianidad, mientras se salta el elitismo de las galerías y el clasismo de los snobs críticos. Y la forma más barata, más fácil de difundir y más directa de hacer arte de la generación que resulta no tan zote, es el meme. Los memes aparecen a raíz de un panorama un poco complicado, ese en el que hemos vivido los gen Z, el art brut de las crisis de las últimas décadas. Los jóvenes, constantemente conectados, hiperconscientes de los problemas que hay en el mundo, compartimos una ansiedad y una falta de rumbo que los memes reflejan con su caótico, absurdo y muchas veces duro sentido del humor. Una imagen que se consume en unos segundos en la pantalla del móvil está literalmente hecha a medida para una generación que no tiene paciencia ni para la lectura, que lo quiere todo ya y que te ofrece lo que hace sólo a cambio que le des un like en un mundo en el que cada vez es más complicado hacer arte tradicional.

Quizás los más puristas, los de la vieja escuela, no consideren al meme como arte. Pero cuando Baumgarten, en 1735, se atrevió a clasificar lo estético, nos dejó claro que la obra de arte no es otra cosa que el reflejo de las experiencias humanas que consigue conmover de alguna manera al espectador. Los memes son la performance de la emoción; nos muestran lo absurdo de nuestra existencia. Tienen algo que nos hace conectar con ellos, identificarnos y poder compartir nuestras propias vivencias. Podemos personalizarlos, interactuar con ellos, cualquiera puede hacerlos y cualquiera puede compartirlos. Podemos retocarlos, hacer un collage... pueden ser dibujos, fotos, frames de pelis o de series, famosos, desconocidos, memes sobre memes, memes sobre Putin, sobre Pérez Reverte, memes de cine, memes de política, memes de madres en grupos de WhatsApp.

Pero que no sufran los amantes del arte tradicional, éste no está acabado; sólo tiene que convivir con las nuevas generaciones.

Un día internet hizo clic y ya nada volverá a ser igual.

Candela Pascua

Analista política y articulista

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)

+
17 comentarios