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Reivindicando el socialismo democrático

martes 20 de septiembre de 2016, 14:04h

Hace unos días, compartí una charla con una persona muy activa, honrada y bienintencionada procedente de la cultura comunista y militante comunista, que merece todo mi respeto por los tres aspectos. Pensé por aquello de la unidad de la izquierda que se lleva tiempo buscando que era bueno también compartir autores e intelectuales del socialismo y la socialdemocracia obrera y de clase marxista, junto a teóricos e intelectuales de la escuela comunista que podemos reivindicar. Cierto que no todas y todos, pero si Rosa Luxemburgo por poner un ejemplo.

Me pegue un patinazo. Yo no acudía buscando confrontación y la di por superada, pero me di cuenta abruptamente que no. Ya dos meses o tres antes hablando con un amigo de la escuela comunista le hable de Kaustki y tuvo una reacción similar. Los autores socialistas marxistas democráticos, por lo visto siguen estando vetados y son citados con lugares comunes en ciertos ambientes de la izquierda (En esto el problema de las y los socioliberales es su supina ignorancia sobre sus antecedentes). Nunca he querido recurrir a la sal gorda, como aquello de quien respetó e hizo más por la clase obrera de su Estado, si Olof Palme o Brézhnev por ejemplo. No, tan solo reivindicaba un legado, pero ojo también una práctica de luchar por el socialismo pero en libertad y con libertad. Las y los socialistas, hemos dicho y hecho mucho y bueno y podemos estar orgullosos de serlo.

Hace poco surgió en Madrid una iniciativa de la que ya no he vuelto a escuchar nada, reivindicando el socialismo. La leí con atención y respeto; surgía del entorno de Izquierda Unida digamos “renovadora” y la verdad, excepto a Marx, no citaba ni a un solo autor del socialismo clásico, ni una o uno, menos más actual. Todos eran comunistas. La verdad es que con esos juncos es muy difícil construir un cesto conjunto. También la práctica, claro, también. Hasta 1917 todos los socialistas estuvimos juntos. Es decir desde el joven Marx y su escuela, hasta 1917 toda la construcción del movimiento obrero de orientación marxista y la lucha de clases es socialista, pero no merece, parece ser, ninguna atención y ay del que ose reivindicarla.

Pero ahora nos estamos dando cuenta cuenta de que a la hora de construir una sociedad diferente en el siglo XXI la única opción posible en las sociedades llamadas desarrolladas o en vías de desarrollo –nombres que utilizo por situar un espacio, no por reivindicar nada- la única forma de construir justicia, igualdad, combatir el neoliberalismo y salvar el planeta tierra, pasan por el socialismo democrático. Claro, cuando llegamos aquí nos encontramos con que la socialdemocracia de clase y transformadora, también ha tenido al igual que la práctica comunista su digamos evolución “China”, su trasformación en una fuerza que banderas aparte ya sea en China, Vietnam, Italia, Francia, España, Alemania..., construye capitalismo y defiende estructuras capitalistas. No transforma realmente; en todo caso construye un capitalismo nacional y nacionalista. Pero es que ser socialistas y pro-capitalistas y ha llegado ya la hora de decirlo, es una contradicción y un falseamiento de las aspiraciones de las gentes humildes y pobres, de la clase obrera que se queda sin herramientas y no obtiene más refugio que los populismos, la mayoría de ellos de extrema derecha.

El Keynesianismo solo, no es solución para resolver los problemas de la clase trabajadora, la pobreza, el paro. Es, puede ser una intervención de urgencia, pero no garantiza el futuro que solo un robusto, fuerte y bien organizado sector público e industrias clave y sectores energéticos y estratégicos pueden garantizar, junto a la banca pública que apoye y se complemente todo lo anterior con una economía social vigorosa. Si seguimos sin construir nada nuevo público y/o nacionalizar no hay futuro. No habrá empleo de calidad. No habrá pensiones y servicios. Por eso hacen falta medidas socializadoras. Por eso hace falta que todos los bienes que nos ofrece la naturaleza sin intervención humana, sean públicos.

Es por todo eso por lo que hay que reivindicar el socialismo democrático. Socialismo Democrático que por cierto el acervo legal de la Unión Europea convierte en ilegal en la práctica y prohíbe por ley europea. Léase directivas y reglamentos que impiden reconstruir el sector público, el estado social, la democracia republicana e independencia soberana de los pueblos de Europa y obligan a privatizar todo y a destruir las conquistas sociales y sindicales de la clase obrera europea. No miento, solo hay que leer directivas y reglamentos UE o las disposiciones y estatutos del Banco Central Europeo y comprobar que todo este párrafo es rigurosamente cierto. Luego Europa de la Unión no tiene plan B posible, solo tiene una solución desde el socialismo democrático y es su total reconstrucción bajo otro paradigma democrático y social, diferente por tanto de su función real de elemento al servicio exclusivo del mercado, la competitividad capitalista y la prevalencia del sector privado. La democracia en la UE es muy difícil pues no hay, no existe división de poderes, cuando las competencias de su parlamento, son de risa y por tanto no hay democracia. Por todo esto, las clases trabajadoras se están cuestionando la Unión y por eso hay también que reconstruir una fuerza socialista democrática europea que esté junto a las clases trabajadoras y populares de Europa. Al igual que con las clases obreras del mundo y tenga una estrategia no solo nacional o patriótica, sino internacional. Porqué el socialismo democrático tiene mucho que decir en el mundo, si pensamos que todo el planeta tiene derecho a tener libertad y está preparado para la libertad. El neoliberalismo y neoconservadurismo han construido un mundo terriblemente injusto, sucio y peligroso.

En consecuencia desde los partidos socialistas que no hemos renunciado al ideal socialista, republicano y de lucha de clases la función de reivindicar nuestra aportación y legado, pero también la construcción de futuro es tan importante.

Permítaseme una consideración final: desde el socialismo democrático español, no se puede consentir ni por activa, ni por pasiva que un partido corrupto como el PP, que además ha hecho sufrir tanto a las personas, ha dejado un legado de falta de libertades democráticas, destrucción del estado del bienestar y laminación sindical, gobierne. No es el PP la CDU ni de lejos. Estamos ante una mafia que se ha enriquecido a costa del estado y financiado, además de crear una situación en la que los trabajadores/as de este país, activas, jubilados o desempleadas/os en su inmensa mayoría o no llegan a fin de mes o lo hacen con dificultades o son pobres directamente. La única gran coalición posible es la de las fuerzas populares y democráticas que aspiran a limpiar y regenerar. A esto los socialistas democráticos, podemos añadir, y seguir luchando por una nueva constitución republicana que garantice la democracia y nos permita garantizar, democracia con igualdad.

Carlos Martinez es politólogo y miembro de Alternativa Socialista/SOCIALISTAS

Carlos Martínez García

Politólogo y ex portuario. Miembro de la plataforma socialista pro PSF.

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