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Putin: un Dia de la Victoria histórico sin anunciar victorias actuales

martes 10 de mayo de 2022, 07:59h

Los medios de comunicación rusos habían deslizado de manera informal que, en la conmemoración de este 9 de mayo, Día de la Victoria de la madre Rusia contra la Alemania de Hitler en 1945, el presidente Putin iba a hacer un balance de la guerra en Ucrania y a señalar algunas perspectivas del conflicto. Todo ello en clave de Rusia como país vencedor, por supuesto.

Sin embargo, el discurso de Putin ha sorprendido a propios y extraños. Su carácter justificatorio y defensivo ha dejado en suspenso su percepción del curso de la guerra y sus planteamientos para el futuro. En su discurso ha sido más importante todo lo que no dijo que lo que efectivamente dijo.

En cuanto a su justificación de la invasión a Ucrania, Putin ha introducido algún nuevo matiz. Por ejemplo, ha mencionado las desafortunadas palabras del presidente ucranio Zelensky en la reunión de la OSCE en Munich, sobre la posibilidad de recuperar su capacidad militar nuclear. Por otra parte, ha hecho especial énfasis en la necesidad de defender a las repúblicas separatistas de los ataques de Kiev. Pero su principal argumento ha consistido en tratar de mostrar que las tropas rusas que combaten hoy en Ucrania llevan adelante una prolongación del propósito que tenían aquellas que derrotaron en 1945 a la Alemania de Hitler: defender a la Madre Rusia de sus enemigos externos.

Desde luego, ese esfuerzo justificatorio, sobre la base de la memoria histórica, pareciera excesivo para una población que supuestamente ya apoya por completo la guerra en Ucrania. Y el excesivo énfasis de Putin en asegurar que la decisión de invadir Ucrania era la “única correcta”, provoca más dudas sutiles que certezas confirmadas.

Por otra parte, el hecho de que no haya dicho nada sobre el curso de la guerra levanta interrogantes en Moscú, especialmente dadas las expectativas creadas de que Putin iba a usar esta conmemoración para anunciar una victoria en la guerra o al menos en la batalla del Donbás. Al repetir lacónicamente que la operación militar especial “conseguirá sus objetivos”, deja a la especulación su verdadero significado. ¿Está ocultando que el combate en el Donbás no va tan bien como se esperaba? ¿Está admitiendo que la victoria en la guerra no llegará tan pronto como lo deseado? Algunos comentaristas en medios minoritarios rusos han puesto de relieve estas incógnitas.

Por otra parte, al no referirse tampoco al proceso de negociación para lograr un alto el fuego, pareciera confirmar la percepción de que Putin está aceptando que la guerra puede prolongarse por bastante tiempo. También parece orientarse en la misma dirección el hecho de que tampoco haya mencionado, ni siquiera sutilmente, las amenazas veladas que hizo semanas anteriores de usar el arma nuclear a nivel táctico, si occidente entregaba armas ofensivas de última generación al ejército ucranio que pusiera en peligro al avance ruso. Todo indicaría que el actual comando ruso en la guerra le ha asegurado a Putin que todavía es posible ganar la guerra en el Donbás en términos convencionales. Aunque ello podría costar más tiempo de lo previsto.

Mientras tanto, en occidente estas interrogantes tienen lugar en medio de los distintos planteamientos para encarar la guerra. De una parte, Washington continua su firme decisión de producir un aumento de la capacidad ofensiva del ejército ucranio, asegurando que Rusia no se atreverá a usar armas de destrucción masiva sobre suelo de Ucrania. Por su parte, en Europa se desarrolla una división entre quienes están plenamente de acuerdo con la estrategia de Estados Unidos de avanzar en la escalada militar y quienes creen que hay que evaluar con atención hasta donde es posible el apoyo militar a Ucrania sin producir un salto cualitativo en la escalada. El gobierno alemán, por ejemplo, está demostrando una apreciable capacidad para hacer declaraciones combativas y luego llevarlas a la práctica con sumo cuidado. Por su parte, Macron, en su discurso al Parlamento europeo, ha dejado claro que es partidario de lograr un fin de la guerra, que al menos parezca en tablas, para detener cuanto antes el conflicto.

En este contexto, los silencios de Putin en el Día de la Victoria, dejan en un clima de incertidumbre el posible curso futuro de la guerra. En todo caso, no hubo celebración de victorias actuales en este día histórico. Y la guerra continúa.

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