Una de las cosas que hemos aprendido en esta legislatura es que lo que conocíamos como mentir, ahora es cambiar de opinión. Otra de las cosas, que ya sabíamos, es que justificamos la mentira cuando la dicen los nuestros y la condenamos cuando son los otros quienes la dicen. Esto me lleva a que quien, realmente, tenía la explicación era Ramón de Campoamor y su "En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira".
Según la Ministra Calviño: "a los empresarios nunca les ha ido tan bien como con este gobierno" y ha recordado que existe una "muy fuerte confianza" de los inversores internacionales y los mercados financieros hacia España y, sin embargo, si nos vamos a los números publicados por el INE, la disolución de empresas batió récord en España en 2022 y según la Secretaría de Estado de Comercio durante el primer semestre el desplome de la inversión extranjera fue del 26%.
La Vicepresidenta hablaba de paz social al tiempo que anunciaban una medida para los trabajadores y que afecta a las empresas sin contar con ellas ni con los sindicatos, bueno, será que eso sería diálogo social y no precisamente paz.
Yolanda y Pedro
Siguiendo con esta medida que anunciaban esta suerte de "matrimonio de conveniencia" formado por los queridos Yolanda y Pedro, se trata de una reducción de jornada laboral de la que, parece según las estadísticas, ya se beneficiaban un 60% de los trabajadores y que deja fuera a quienes tienen una jornada parcial cuya mayoría, casualmente, son mujeres.
Que si el Rey le encomienda formar gobierno a Feijóo es hacer perder el tiempo a los españoles pero si quien tiene ese mandato es Sánchez es una responsabilidad, aunque no haya ni fecha de investidura. Será por esta corriente de vivir el presente o porque piensan que los ciudadanos nos manejamos mejor en la incertidumbre…
El que mira por un cristal opaco es el "hombre de paz", Otegui, que denuncia "la toma de civiles como rehenes" por parte de Hamas exigiendo su "rápida liberación", olvidando su condena por el secuestro a un empresario, es decir, un civil, al que mantuvo como rehén, como tanto gustaba hacer a ETA, la banda a la que pertenecía.
Y ya nos volvemos daltónicos cuando miramos a Junts y PNV, partidos nacionalistas de derechas salvo que haya que formar un "Gobierno progresista" que entonces se les ve con ojitos de izquierdas y en especial al líder fugado, a quien, en otro tiempo y bajo promesa, se iba a traer a España, lo que no sabíamos es que iba a ser con la llave de gobierno, amnistiado y con la intención de separarse del país que le paga la fiesta. Otra realidad relativa.
Y así podría seguir con una lista infinita de colores interminables que no demuestran más que si en un tiempo atrás se hablaba de cambio de chaqueta, ahora es suficiente con un cambio de gafas.
Si (
No(
