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El agua mueve el molino electoral

Por Gabriel Elorriaga F.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
martes 09 de mayo de 2023, 12:05h

El agua -ese líquido incoloro, inodoro e insípido- está entrando en campaña electoral por la evidencia de una sequía que tiene a los embalses por debajo de la mitad, como mucho, de su capacidad en vísperas de un verano temible por su calidez. Esta situación angustiosa le permitió a Aznar recordar en Murcia que aprobó un Plan Hidrológico Nacional en su segunda legislatura (2000-2004) que fue derogado por el socialista Zapatero y sustituido por un absurdo plan de desaladoras que fue un fracaso total.

El actual Gobierno socialista, continuador del sistema Zapatero, estudia concienzudamente no demoler el embalse de Valdecaballeros que facilita agua a los pueblos de Castilblanco y Valdecaballeros. Esta benévola decisión no le impide ser el Gobierno campeón en demolición de presas con el objetivo de recuperar el cauce natural de unos ríos y permitir que unos peces inútiles para la alimentación puedan desplazarse sin obstáculos por sus estrechas aguas. Los regadíos del entorno a Doñana retrasan su regulación porque el Gobierno socialista, tolerante con su ilegalidad durante años y años, no está dispuesto a presentar una alternativa a la propuesta de Juanma Moreno para solucionar con aguas superficiales el problema de los agricultores de la zona. Estos fanáticos de Doñana no cuentan en su falsa memoria histórica que ese parque nacional y la estación biológica fueron establecidas por Franco en 1969.

El obispo de Jaén, tocado por mitra y portando báculo, sacó al aire libre a un Cristo con la cruz a cuestas popularmente conocido como “El Abuelo” para pedir al cielo una lluvia que alivie a aquella provincia de la agonía de su producción aceitera de que dependen miles de trabajadores. Esta imagen fue trasladada en el siglo XVII a un hospital para contener la peste. En 1949, cuando aún supuraban en Europa las cicatrices de la II Guerra Mundial y permanecían mal curadas en España las de la Guerra Civil por las repercusiones del conflicto internacional, se produjo una sequía que Franco calificó como “pertinaz” que era como decir terca, insistente y duradera. Fue, en aquel tiempo difícil cuando, hace tres cuartos de siglo, “El Abuelo” fue sacado otra vez en rogativa para pedir alivio a la sequía. Aquellas sequías “pertinaces”, como la de 1943 y otra en 1933 bajo la fallida República, nos recuerdan que, sin discutir los cálculos científicos de los actuales profetas del cambio climático, la escasez de agua es una amenaza reiterada en nuestra tierra, cercana a los vientos africanos, se caliente o no se caliente el resto del planeta. Era por sentido común y no por ninguna programación ideológica por lo que Franco se preocupaba de construir embalses y sus adversarios le apodaban “El Rana” porque saltaba de pantano en pantano. También se preocupaba de edificar viviendas sociales al comprobar las necesidades de una población rural que se trasladaba con sus bártulos hacia las ciudades como consecuencia de la creciente industrialización. Pero los gobernantes al estilo de Pedro Sánchez tan preocupados de resaltar su antifranquismo abriendo sepulcros para demostrar un comportamiento opuesto, medio siglo después, no construyen embalses ni casas, olvidando planes hidráulicos y permitiendo que las viviendas vacías sean habitadas y destrozadas por “okupas” en vez de por trabajadores. Esta conducta se trata de rectificar improvisadamente en vísperas electorales por medio de promesas teóricas o proyectos legales cuya dudosa eficacia queda aplazada a fecha posterior a los comicios. Es sorprendente la fe de Sánchez en que aún haya jóvenes españoles que sigan votando “lo que piensan” en vez de lo que han visto en cinco años de gobierno sanchista.

Embalses medio vacíos ¿Cómo estaríamos sin ellos? Es la reserva de agua más baja desde 1955. No es necesario pensar en términos apocalípticos. Así estuvimos hace un cuarto de siglo y sobrevivimos. Sobreviviremos aunque nos recaliente El Niño los próximos meses, que no es el famoso calentamiento global que anuncian los agoreros, sino el impacto del frío del Océano Pacífico intentando compensar la diferencia de temperaturas en la atmósfera y modificando los patrones climáticos del resto del mundo. Como siempre y de cuando en cuando. Y ojalá sea cierto que provocará grandes lluvias en nuestro territorio sediento tras la llegada del otoño. La sequía rebotará del sur de Asia y Australia. Pero todas estas previsiones meteorológicas no parecen impresionar a los “progresistas” inoperantes con sus teorías ecológicas sobre un cambio climático irreversible que sólo se podrá evitar matando vacas pedorras, eliminando humos de laboriosos talleres donde ganan su pan los trabajadores o apagando los tubos de escape de las motobombas con las que los labradores extraen el agua escondida en las entrañas de la tierra. Incapaces mentalmente de nuevos embalses para cuando lleguen las lluvias, no habrá donde almacenar suficientes reservas para las “sequías pertinaces” porque la política “progre” no solo impide realizar obras de regadío sino tan siquiera dragar el fango que reduce la capacidad de los antiguos pantanos. Pedro Sánchez pasará a la historia por no dejar en herencia un sorbo de agua en el viejo botijo de España. Feijóo se compromete personalmente a reiniciar la batalla del agua. En este trance estamos a pocas semanas de unas elecciones municipales con una mayoría de ayuntamientos en tierra seca.

Gabriel Elorriaga F.

Ex diputado y ex senador

Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.

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