Con su blanca palidez

Después de varios años recibiendo lecciones diarias por parte de la izquierda falsamente moralista de este país, negando cualquier atisbo de crítica, recibiendo insultos por parte de los fanáticos seguidores del sanchismo, asistiendo boquiabiertos al infame ejercicio de ver cómo hasta el consejo de ministros en pleno, incluído el titular de Justicia (señor Bolaños),ataca a los jueces únicamente porque cumplen con su función investigando acciones que vulneran la legalidad vigente , las protagonice quien las protagonice (desde la esposa del presidente, pasando por su hermano, el Fiscal General del Estado, dos secretarios de Organización del PSoE, Koldo, Aldama, Leire o cargos diversos de la administración sanchista…), a uno le queda ya poca capacidad de sorpresa.

Al menos eso creía, hasta que la semana pasada hemos conocido íntegramente el informe de la UCO sobre las andanzas de Santos Cerdán, incluídas esas abominables conversaciones de dos avanzados hipócritas del feminismo oficial (el propio Cerdán y el erotómano José Luis Ábalos, su antecesor en la secretaría de Organización del partido), hablando de mujeres con el mismo desprecio que si hablaran de mulas o de terneras en una feria ganadera.

Pero el cénit del esperpento , del cinismo y la hipocresía oficiales le corresponde al propio Pedro Sçánchez cuando , después de casi mes y medio ocultándose de micrófonos y de cámaras de TV para no verse en la incomodidad de tener que escuchar alguna pregunta incómoda, acudió a la sede del PSOE en la calle Ferraz, primero para hacer una declaración institucional, y luego para dejarse formular algunas preguntas sobre la penosa situación de corrupción que ya alcanza a las primeras figuras del partido. Lo peor no es ya lo que dijo sino la patética escenografía y el pésimo papel del actor Sánchez a la hora de pronunciarse ante la ciudadanía.

No podían faltar sus clásicos latiguillos que ya nadie se cree y que, en el mejor de los casos, se toma a macabra broma -¡cuidado que viene la derecha…!”–. Pero , de pronto, vimos a un pobre servidor público desvalido, demacrado , casi con aquella “blanca palidez” que cantaba en los 70 del siglo pasado la banda británica de rock procol Harum (A Whiter Shade of Pale), atravesado por el dolor, la ingratitud del pueblo que no ha sabido entender que nada hay censurable si surge del seno de la izquierda progresista… Vimos así a un Sánchez apesadumbrado, decaído, demacrado , que ha perdido varios quilos de peso y ha ganado unas cuantas canas , siempre hábilmente escondidas por su equipo de caracterización y maquillaje que no le abandona cuando se trata de ponerse ante una cámara.

Pero, ni todo vale, ni todo es bueno cuando sube a un escenario. Eso lo sabemos muy bien qienes acudimos al teatro con el mismo frenesí que Santos Cerdán controlaba -¡y quién sabe si aún sigue haciéndolo!–, los concursos públicos para llevarse su correspondiente tanto por ciento tras la adjudicación a dedo e interesada a la empresa amiga.

Hay aciertos, sí, pero también patinazos históricos, y me parece que en el caso de “el galgo de Paiporta”, esta vez ha caído en desgracia y ha ocupado el lado opuesto al altivo, presuntuoso, salvapatrias y tramposo personaje que suele aparecer ante la opinión pública.

Quizás nadie como Ernesto Caballero , el dramaturgo y director de escena español que fuera director del CDN antes del navarro Alfredo Sanzol, haya retratado de forma más inteligente, objetiva , desapasionada, académica y certera a ese patético personaje que, unos días más tarde, después de retrasar su segunda comparecencia ante los medios tras mantener una reunión intensa en la ejecutiva Federal del partido, terminaba su rueda de prensa drásticamente afirmando que “son las cinco y no he comido”. ¿Cabe una forma más chabacana de acabar con el insufrible momento de tener que atender a los plumillas que, probablemente y por un salario infinitamente inferior al suyo, estarían también sin comer? Claro que eso le resbala al supremo líder, a quien nada importa España ni los españoles, sino únicamente su permanencia en el sillón de la Moncloa.

Caballero, digo, escribía en la red social X el siguiente post, al analizar la primera comparecencia del secretario general del PSoE en la sede de su partido: “Observaciones de un director de escena. El maquillaje de “demacración” del Presidente es propio de farsas expresionistas, incluida el Esperpento. El traje holgado, para producir el efecto de desvalimiento, es habitual en todo tipo de géneros teatrales. La afectación en la voz, que trata de construir un personaje vulnerable con el propósito de provocar identificación emocional, es un recurso característico del drama romántico. La victimización y autocompasión del protagonista remite, a su vez, al melodrama del XIX. El gesto sobrio y contenido introduce un contraste que recuerda al naturalismo psicológico, donde la tensión se acumula en los matices más que en la grandilocuencia. La panelería en rojo potencia el artificio de la puesta en escena, como si todo ocurriera en un espacio teatral deliberadamente iluminado para subrayar el contraste entre fragilidad y espectáculo”. ¿Hay quién dé mas?, ¿cabe descripción más exacta y lúcida de la caricatura de sí mismo en la que se ha convertido Pedro Sánchez?

El sujeto sigue empeñado en seguir mostrando su maestría en el campo de la resiliencia , sigue proclamando que hay legislatura hasta 2027 , pero esta vez , mirando en detalle las reacciones de quienes lo mantienen en la Moncloa por puro y egoísta interés (EH Bildu, ERC , el PNV o JxC saben bien que aún queda mucha ubre por ordeñar–, y teniendo en cuenta que este primer gran informe de la UCO que ha dejado literalmente arrasado el PSOE, no es más que el comienzo de varios futuros más, que ni siquiera la ministra Pilar Alegría, la portavoz del gobierno, sabe decir si acabarán afectando también a ministros y a otras altas personalidades políticas socialistas (empezando por la número 3 del estado, la presidenta del Congreso, Francina Armengol), mucho me temo que esta vez Sánchez volverá a cambiar de criterio y a convocar nuevas elecciones generales antes de la fecha prevista. Como queda escrito, ya veremos después si uno acierta o no en lo que parece una previsión evidente porque la verdad es que la situación para el gobierno es cada día que pasa más insostenible.