En tu fiesta me colé

Un ministro "no es fundamental en un acto autonómico". No lo digo yo sino Javier Lambán, el presidente socialista del Gobierno de Aragón, a colación de esta forzada y reiterada polémica anual con motivo de la fiesta del 2 de mayo en la Comunidad de Madrid (CAM). Hace ahora justamente un año, otra vez en el día de la fiesta de la CAM, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, contraprogramaba la agenda de los medios con un anuncio urgente que tenía que hacer a primera hora de la mañana del 2 de mayo de 2022 para anunciar que el móvil del presidente Sánchez y de algunos ministros, había sido jaqueado por Pegasus, el famoso programa espía. Podía haberlo hecho ese mismo día a media mañana, el día anterior o el posterior pero no, escogió la primera hora de aquel 2 de mayo para hacer pública la bomba informativa y, de paso, relegar a segundo plano la figura de la presidenta Isabel Díaz Ayuso.

A la presidenta de Madrid le parece que en política no hay casualidades. A mí también, la mano del presidente orgulloso, soberbio y arrogante que nos ha tocado en suerte en el último lustro se adivina de nuevo ahí detrás: Oye, Félix, ¿por qué no te acercas por la Puerta del Sol y tratas de poner un poco nerviosa a Ayuso y a toda la derecha fascista? Todavía me duele el bofetón electoral que nos dio en 2021, relegándonos al tercer puesto. Y, al paso que vamos, me parece que el 28-M va a repetir la jugada…

La fórmula ideada desde Moncloa me parece muy próxima a lo infantil, pero, a juzgar por los resultados, muy efectiva. Ayuso cursa invitaciones a la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y a la de Defensa, Margarita Robles. Y lo hace porque el año anterior el presidente Pedro Sánchez no quiso sumarse a los actos del 2 de mayo. Pues nada, la ministra Rodríguez declina la invitación, pero se autoinvita Félix Bolaños, aún a sabiendas -o quizás, precisamente por ello-, de que no iba a ser nada bienvenido en la Casa de Correos. El caso es seguir añadiendo tensión y agitar la vida pública española.

Aunque la cosa no va más allá de un nuevo disparate que atenta contra el sentido común, de anécdota de patio de colegio, que no habla nada bien de un gobierno pretendidamente serio y autodefinido como dialogante. Si, dialogante con los partidos que quieren cargarse la Constitución y dividir España, porque lo que se dice con el primer partido de la oposición, nada de nada. Ni siquiera para agradecer públicamente la mano tendida desde Génova para acabar de una vez por todas con la sangría de las rebajas de penas y excarcelaciones provocadas por la aprobación de esa Ley del “solo sí es sí” que el propio Sánchez se apropió entusiasmado nada más ser aprobada en el Congreso de los Diputados, del mismo modo que se quitó de en medio cuando los casos de rebajas de penas fueron creciendo como la espuma.

Lo que pasa es que en este país -no es la primera vez que lo decimos y supongo que tampoco será la última–, pasan tantas cosas, a tal velocidad, de tal calado político y tan graves, que una entierra a la anterior y así sucesivamente. Además, a los adjetivos que hemos utilizado más arriba para definir a Pedro Sánchez hay que añadir alguno más: deslizante, manipulador y hasta camaleónico porque sabe ponerse en primera fila o esconderse detrás del grupo cuando y cómo le conviene en cada momento, apropiándose o desentendiéndose de un fregado cuando le interesa. Parece que lleva una bomba de humo escondida en algún bolsillo de todas sus impecables chaquetas para lanzarla en medio de una reunión y hacer mutis por el foro sin que nadie haya podido advertir ni cuando ni como ha desaparecido del lío político.

Pero, en fin, y concluyendo el origen de esta columna de opinión, lo que se pretendía desde Moncloa era eclipsar a la presidenta Ayuso y en buena medida se ha conseguido porque la polémica ha ocasionado bastantes declaraciones de los dirigentes políticos antes, durante y después del acto que los congregaba en la madrileña Puerta del Sol, Y así han sido relegadas a segundo término algunas afirmaciones del discurso de Ayuso, y también varias nuevas encuestas electorales que vuelven a colocar a la presidenta madrileña con mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, al PSOE en tercer lugar, a bastante distancia de Más Madrid, que sería el primer partido de la oposición madrileña de izquierdas y a Unidas Podemos al borde del despeñadero del 5%, es decir, con peligro cierto de su desaparición en la capital de esa España que tanto ha contribuido a dividir.

Aquí los únicos que han sacado tajada del enfrentamiento han sido los chicos de Mecano (los hermanos Cano y Ana Torroja) que, después de varias décadas han vuelto a sonar como sintonía ilustrativa de cuanto acontecía entre el gobierno autonómico madrileño y el de la nación con aquella Me colé en una fiesta, ahora reeditada no en CD sino en la vida pública madrileña misma. El año próximo ya veremos si el tablero electoral vuelve a propiciar nuevos desencuentros y enfrentamientos.