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Cosas de España

jueves 15 de febrero de 2024, 09:45h

Hace seis años que la Guardia Civil de Cádiz tiene las lanchas patrulleras averiadas.

Las lanchas de los narcos son lo más moderno y veloz del mercado.

A veces, la Guardia Civil incauta alijos, dinero, armas y lanchas.

En muchos países, Estados Unidos, Colombia, Australia... las planeadoras y el dinero se utilizan para combatir el narcotráfico.

En España el dinero pasa al erario y lo demás, planeadoras incluidas, se destruye. Mientras tanto, dos efectivos en una zodiac de 500 kgs de peso y 5 metros de eslora son asesinados por una narcolancha con 4 motores, 12 metros de eslora y 5.000 kgs de peso.

Hay diez comunidades autónomas que no encuentran profesores de informática. En otros países y no hace falta señalar, se dan cuenta de que en este momento, los informáticos licenciados con máster plan Bolonia tienen prácticamente asegurado un puesto de trabajo en el sector privado.

Entonces, pagan mejor a sus profesores para poder mantener el nivel de informática lo más alto y actualizado posible.

En España ¡las diez! comunidades autónomas han pedido que ¡se rebajen las exigencias para ser profesor! y que no haga falta tener el máster. O sea, vamos a la búsqueda de los peores informáticos para que den clase. Uf, y luego nos extraña lo zotes que son nuestros estudiantes.

Hay un partido político que, pudiendo ver, oír y callar y esperar a recoger la fruta cuando llegue el momento, decide abrir la boca y hacer bueno aquello de más vale callar y parecer idiota que hablar y dejarlo perfectamente claro.

Y si las cagadas de palabra, obra y omisión de la cúpula de este partido cristalizan en la pérdida del gobierno de Galicia…, Ayuso, calienta que entras. ¿Alguien sabe si entre los asesores de Feijoo hay alguno del PP o a todos les paga el PSOE?

En otros países la Constitución es la ley de leyes, que se modifica mediante un mecanismo casi siempre exigente en términos de quorum parlamentario. Ella y el respeto institucional a ella son la garantía del Imperio de la Ley. En España tenemos el mismo formato pero aquí los primeros que no respetan la Constitución son los políticos y, hoy, el gobierno al completo. Nuestro Imperio de la Ley es solo humo.

El respeto al otro y a uno mismo es exigencia en todos los países occidentales y pasa por la premisa de que mentir está mal. En España hemos consagrado la mentira a todos los niveles hasta el punto de que nadie respeta sus compromisos y ser persona de palabra es una quimera hipócrita que no se le cae de la boca a ningún español pero que pocos, cada vez menos, respetamos a rajatabla.

En esta línea, es vergonzoso y abochornante ver las piruetas léxicas, semánticas y gramaticales que los políticos españoles están haciendo para hacer parecer blanco lo que es negro y para vestir de honorabilidad lo que no es más que felonía.

La última, Carmen Calvo, un mito que se me ha caído al suelo haciéndose añicos: no ha sido capaz de mantener su palabra frente al jugoso nombramiento de presidenta del Consejo de Estado, pero sí ha sido capaz de elaborar una alambicada explicación pseudohistórico jurídica en la que se remonta hasta Isabel II, la de los tristes destinos, siglo 19, para justificar la Amnistía de la Ignominia.

Lo que no dice es la verdad: que durante el reinado de Isabel II España tuvo cuatro constituciones y que la amnistía que sancionó como reina, para perdonar a los rebeldes que intentaron derrocar el Estatuto Real de 1834, venía recogida en la Constitución de 18 de junio 1837 y exigía, como requisito previo e ineludible, jurar lealtad a la reina y jurar y guardar la nueva Constitución. Comparar lo de ahora con la tergiversación de aquello es otra mentira más en este eriazo en que Sánchez está convirtiendo España con el aplauso incrédulo de Puigdemont y su banda.

Mientras tanto, la catalonofobia va en aumento vertiginoso.

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