Cataluña tiene la deuda pública mas alta de todas las regiones de España, más del doble de la de Madrid, ocho veces la de Euskadi, doce la de Canarias y diecisiete veces la de Extremadura. Su deuda es de este tamaño descomunal por todos los robos, expolios y malversaciones de Junts que van cambiando de nombre a medida que la policía los va pillando en más estafas y robos desde que eran Convergencia.
Los indepes son tramposos, agarrados, mentirosos, llorones y carecen de honor y de palabra. Y nunca pagan sus deudas. Ahora chantajean a un candidato a presidente sin principios ni ética y al que la ineducación en valores democráticos de una ciudadanía seguidista y sin criterio ha puesto en disposición de seguir esquilmando al país mediante pactos que repugnan la inteligencia.
¿Por qué hay que premiar con setenta mil millones (un 7 y diez ceros) a los odiadores de España y por qué lo tenemos que pagar los demás? Tal vez Sánchez cree que tenemos unas tragaderas infinitas para comer chantaje, pero tal vez lo que ocurrirá es el alejamiento de todos frente a los catalanes y el renacimiento de un desdén virulento y más que justificado contra ellos.
¿Por qué cree Sánchez tener el poder de regalar 1.500 € de cada español vivo de cualquier edad a unos renegados, traidores y maltratadores que ni siquiera se gastan los haberes comunes en mejorar la vida de sus ciudadanos, como demuestran su nivel de inseguridad ciudadana, las tasas y peajes hasta en las calles o tener la tercera peor sanidad de España? Pues solo para que le permitan seguir mamandurriando a los más vagos e iletrados cuando ni siquiera ha sido el candidato más votado.
El poder debilita el sentido común, eso lo sabíamos, y ocurre a los presidentes mentalmente sanos. A Sánchez, el Erdogan local, lo ha endiosado de tal manera que lo está convirtiendo en lo que Felipe González llamó dictadores con votos y no con botas.
España debe 60.000 millones de euros anuales solo por intereses de nuestra deuda y ahora Sánchez pretende regalarles a los indepes un 116% de eso, incrementando nuestra pobreza, nuestros costes y nuestra capacidad de pago. Por supuesto, a los yolandos les da igual pues su credo político parece reducirse a que regalemos cuanto haya en el erario público a cualquier engendro social excepto la clase media. Además, el PSOE ya no tiene capacidad ni de protestar internamente porque el colegui de Tetuán siega la hierba bajo los pies de cualquiera que se atreva a revirar sus deseos.
¿Hay alguien ahí; hay alguien a los mandos que sepa qué es el servicio al público o qué son las deudas, los compromisos y el honor? ¿Queda algún indepe honesto?
Por mí, de verdad, que se larguen de una vez: mejor sin ellos que subyugados a su chantaje permanente. Ya nos cobraremos nuestra libra de carne en las instituciones internacionales.
El problema de pagar una vez al chantajista es que el chantaje se perpetúa y acrecienta. Ya se les ha dado un indulto injusto, un código penal a medida y la abolición de delitos que solo pueden cometer políticos, como la malversación.
Ahora se les va a regalar 70.000 millones, luego exigirán un referéndum ilegal disfrazado de licitud acomodaticia y una amnistía antidemocrática para tapar sus delitos. Y luego más, y luego mucho más y luego todo hasta el abismo definitivo. Y eso sin haber ganado las elecciones, sin intentar pactar con quien sí las ha ganado y formar un gobierno de verdad mayoritario y de verdad bueno para todos.
Y como aquí ninguno somos tontos, el resto de autonomías pedirá lo mismo: que pague Rita, pero como no son delincuentes ni chantajistas traidores, Sánchez simplemente se reirá de todos y hasta pagará otra ronda de chupitos de oro para los indepes.
En serio, que se piren ya y elijan como presidente número tropecientos millones de su Generalitat a Sánchez, el vendepatrias. España es un buen y gran país, a pesar de gobernantes venales como este y a pesar de los catalanes traidores. Nos merecemos más y mejor.
Si (
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A favor (
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