Los sondeos electorales apuntan a que Catalunya en Comú-Podem podría ejercer de árbitro tras el 21-D a la hora de la formación del futuro gobierno catalán, el papel que desempeñó la CUP hace dos años en las elecciones de 2015. La coalición se opone de entrada a posibles pactos postelectorales con el PP, Ciudadanos, Junts per Catalunya o la CUP, según explicó Pablo Echenique, secretario de organización de Podemos.
Lo que implica que sus alianzas factibles se acotan a ERC y el PSC. Según informa EL PAÍS, para alcanzar un posible acuerdo los comunes exigen a ERC que renuncie a la vía independentista unilateral y ensanche la base soberanista, circunscrita al apoyo a un referéndum pactado. Y al PSC le piden que se desmarque de la aplicación del artículo 155 de la constitución y que se aleje de Ciudadanos.
Según explica la número dos de la lista de Catalunya en Comú-Podem por Barcelona, Elisenda Alamany, el objetivo de su formación es huir de "la política de bloques", el independentismo y el artículo 155, para salir del "bucle". En un acto celebrado ayer en Barcelona, Alamany recriminó al PSC haberse "vendido" por un "plato de lentejas" a los exmiembros de Unió a los que ha fichado y que son contrarios al aborto o al matrimonio homosexual. "¡Vergüenza!", exclamó.
Por su parte, Echenique lanzó un doble mensaje a sus hipotéticos aliados: "De momento parece que ERC sigue en la vía unilateral, y el PSC, en manos del PP y el 155. Esperemos que cambien. Si no, nos va a resultar muy difícil hablar con ellos de un gobierno alternativo". El dirigente de Podemos invitó a los socialistas catalanes a acercarse al espíritu que encarnó en su día Pasqual Maragall.
Si (
No(
