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Mariano Rajoy en el balcón de Génova
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Mariano Rajoy en el balcón de Génova (Foto: Kike Rincón)

Rajoy esconde sus cartas a la espera de la cita entre Sánchez e Iglesias

> Asume que necesita "entenderse" con el PSOE para "el verdadero cambio político"

martes 29 de marzo de 2016, 09:39h

Mariano Rajoy es “consciente” de que el PP no puede gobernar “sin algún entendimiento con el PSOE”, aunque esperará a ver el resultado de las conversaciones que mañana inician, en teoría, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Es la única posibilidad de mantenerse en La Moncloa del presidente del Gobierno en funciones, quien afirma que esa ‘gran’ alianza sería “el verdadero cambio político”. Mientras tanto, no suelta prenda. No obstante, el líder de los populares admite que ya tiene en mente una campaña electoral.

Tenía su morbo la entrevista de Carlos Alsina a Mariano Rajoy en Onda Cero tras el ‘rapapolvo’ que se llevó por no recordar aquello de la nacionalidad española que nunca perderían los ciudadanos de una hipotética Cataluña independiente. A la misma hora, y a mucha distancia de audiencia a su favor, Pedro Sánchez también se dejaba entrevistar en la Cadena Ser. Ambos en la necesidad de aparentar que llevan una buena jugada en sus respectivas apuestas por gobernar este país, pero obligados a esconder sus cartas hasta el último momento.

En lo que toca al líder del PP, nada ha cambiado salvo un tono quizá más ‘amable’ con su adversario del PSOE. En cuanto al tercero en discordia, Albert Rivera, poco más que reiterarle las gracias, que contarán con Ciudadanos si se tercia, pero para recordarle a continuación que sus 40 escaños no le sirven ni a él ni a Sánchez.

Capítulo aparte fue el futuro político de Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Xunta que se debate entre seguir en Galicia, dar el salto a Madrid e, incluso, abandonar la política. “Espero que tome una buena decisión para él y para su partido”, respondió Rajoy en gallego puro. Se supone que su deseo es que uno de sus posibles sucesores -quizá el más destacado- se presente a las elecciones autonómicas de final de año. O no, porque uno y otro juegan al despiste.

En el otro inevitable apartado dedicado a Rita Barberá, la única novedad es que Rajoy -en su línea- no sabe quién es el instructor del expediente informativo abierto a la ex alcaldesa de Valencia. Él está en los ‘grandes temas’, se justificó ante un Alsina que de nuevo dejaba en blanco al presidente del Gobierno en funciones. Incluso se hizo un lío con la situación de los concejales del PP implicados en la operación Taula que se niegan a entregar el acta.

Rajoy se mantiene en su defensa de Barberá a pesar de todo y no se la juega. La tesis es que el partido debe defender a los suyos hasta el último minuto pese al desgaste ante la opinión pública: "Nunca conviene adelantar acontecimientos. Quedémonos con lo positivo. El juez le ha dicho a la señora Barbera que si quiere comparecer ante él o si quiera mandarle una documentación, que va a hacerlo. Ella ha manifestado voluntad de colaborar con el juez en lo que le pida y a partir de ahí ya veremos cuáles son los acontecimientos que se producen en el futuro".

En su empeño por mostrar su cara más afable, Rajoy aceptó el consejo de Alsina de regalarle al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, uno de los libros con los que el presidente del Gobierno se ha relajado en las minivacaciones de Semana Santa, de Eduardo de Mendoza y ambientado en Barcelona… el problema es que no se acordaba del título… “algo de una modelo”, ha dicho… Se refería a 'El secreto de la modelo extraviada'. Su otra lectura, según ha confesado, han sido las 'Cinco esquinas', de Mario Vargas Llosa, antes de sumergirse con “resignación cristiana” en las conclusiones de la última Cumbre europea.


- Expertos opinan sobre la cita Sánchez-Iglesias

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