Iturralde Pedro

Todos los grandes calificativos se agotan y quedan cortos para hablar del mítico Pedro Iturralde, con más de tres cuartos de siglo sirviendo al jazz en particular y a la música en general. Más joven que nunca, el compositor y arreglista navarro celebra sus 90 años de la mejor manera que sabe: sobre los escenarios dando maravillosas lecciones con su saxofón y su clarinete. Además, un grupo de admiradores de entre otros excepcionales colegas se suman, este domingo, en la sala Galileo, a la música de Iturralde. Un programa, en definitiva, al que sólo se le puede poner el rótulo de 'mejor, imposible'.

Genio y figura irreptible. Pronto cumplirá 90 años y seguro que como casi desde que nació seguirá 'per omnia saecula saeculorum' pariendo la mejor y más variada música de jazz que pueda crearse. El mítico Pedro Iturralde vuelve a uno de sus escenarios favoritos, el casi tan mítico Bogui, ahora remozado y todavía con un mejor sonido.

Los aventajadísimos alumnos y también maestros homenajean al maestro de los maestros, a su 'jefe' en la banda, al mítico Pedro Iturralde. A la par que ocupan su lugar en el mítico escenario del Bogui, done tantas veces ha triunfado el veterano músico y tantas te quedan. De momento, una pequeña afección gripal le impide estar esta semana como en un principio se preveía. A la espera de su reaparición, como los grandes toreros, se podrá disfrutar con una terna artística de lujo: el pianista Mariano Díaz, el percusionista Daniel García y el contrabajista Richie Ferrer.

Que la inspiración te llegue trabajando, decía el genial Picasso. Una frase a la que se apunta otro de los genios que ha dado nuestro país. El eterno Pedro Iturralde, un dios laico de esa religión compulsiva que es el jazz, quien a pesar de sus 86 años, ha decidido comenzar 2016 haciendo lo que más le gusta: tocar su mágico saxofón. Y lo va a llevar a cabo en esa catedral jazzística que es el Bogui, desde el mismo 1 de enero. Una cita imprescindible.

La religión compulsiva y laica del jazz está de feliz cumpleaños en nuestro país. Eso es así porque los mitos también suman años. E incluso décadas. Como esta primera a la que ha llegado en julio la más internacional de nuestras salas dedicadas a tan maravillosa música. A ese milagro que encabeza su especial dios que desde el altar de su santuario jazzístico tanto placer lleva ofreciendo, y ofrecerá, a los catecúmenos de esta liturgia olorosa y flamígera. Pongamos que se habla/escribe del Bogui Jazz y su creador Dick Angstadt. ¿De quén, si no?

Mejor, imposible. El mejor de los jazzman españoles, amén del pionero, salta otra vez al ruedo de los escenarios para ofrecernos otro más de sus conciertos antológicos (y van...). Y hace este nuevo paseíllo en la cátedra de este tipo de música, algo así como el coso de Las Ventas para los coletudos. Pongamos que se habla/escribe de Pedro Iturralde. Pongamos que se habla/escribe de la Bogui.