La incapacidad que está demostrando el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, para solucionar la huelga de los funcionarios ha logrado crear un fuerte malestar tanto en el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como en la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que ha apremiado al ministro a llegar cuanto antes a un acuerdo dado que la situación de colapso de la Justicia es ya insostenible.
Fuentes del PSOE aseguran que Fernández Bermejo se encuentra en estos momentos “contra las cuerdas” y “deslegitimado”, como prueba el hecho de que Zapatero haya encargado a José Antonio Alonso, nuevo portavoz parlamentario, las negociaciones para renovar el CGPJ y los cuatro plazas del Tribunal Constitucional, tarea de la que el ministro se va a quedar prácticamente la margen por culpa de las pésimas relaciones que mantiene con el PP.
Pero a la interminable huelga de los funcionarios se une un ‘rosario’ de episodios poco favorables para el ministro, como la polémica remodelación de su piso; la imagen de su mujer bailando en un mitin pese a estar de baja médica o los malos resultados que cosechó en Murcia como candidato electoral.
Estas fuentes, sin embargo, creen que el presidente no se va a dejar llevar por las presiones que está recibiendo y que, como le prometió al ficharle, mantendrá a Bermejo en su puesto. ¿Cuánto tiempo?. Al menos, nos dicen, hasta que Alonso logre cerrar esos acuerdos y el presidente decida acometer su primera remodelación ministerial.
Todo apunta a que entonces Alonso ocupará la cartera de Justicia – como siempre ha deseado- y Ramón Jáuregui la portavocía del Grupo Socialista en el Congreso. El único escenario nuevo sería que el propio ministro renunciara a la cartera, algo que está por ver.
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