Uno de los ejes sobre los que giró la defensa de Costa fue recordar al juez una cuestión temporal: los cargos que ocupa en el partido son anteriores a los hechos por los que se le implican. La mano derecha de
Francisco Camps en el PPCV recordó que accedió al cargo de secretario general en junio de 2007 y al de portavoz en Les Corts en abril del año pasado.
“Son fechas posteriores a los presuntos trajes que se me imputan", sentenció.
Cabe recordar que la implicación de Francisco Camps,
Víctor Campos, Rafael Betoret y el propio Costa, según recoge el auto de
Baltasar Garzón, se basa en la obtención de supuestos regalos en forma de ropa por parte Orange Market, entidad que forma parte del entramado de empresas de
Francisco Correa y que estaba dirigida por
Álvaro Pérez. Éste conocido como ‘
El Bigotes’ habría obtenido, según el juez de la Audiencia Nacional, numerosos contratos a cambio de las presuntas dádivas.
A la salida de los juzgados Costa aseguró que había respondido a todas las cuestiones planteadas por el juez.
"He contestado a más de lo que me han preguntado", señaló. El dirigente popular, que abandonó la sede del TSJ pasadas las 13.00 horas señaló, respetando el secreto de sumario, que su declaración se basó en otros dos elementos básicos. Según el secretario general del PPCV sus abogados disponen de “todos los elementos probatorios” necesarios para refutar las acusaciones. Por último, añadió que todas sus actuaciones son
“correctas y se enmarcan dentro de la legalidad”.
Revuelo en el TSJCV
El dirigente popular pronunció estas palabras en medio del movimiento de periodistas, cámaras y curiosos que tomaron desde primera hora de la mañana las inmediaciones de la sede del TSJCV. El mayor revuelo se formó con la llegada de Costa. El también portavoz del grupo popular en Les Corts llegó a los juzgados alrededor de las 11.15 horas, cuando su declaración estaba prevista para las 12.00 horas.
Costa llegó andando y arropado por el vicesecretario del PPCV,
David Serra; de la vicesecretaria de comunicación,
Marta Torrado; y del también vicesecretario y alcalde de Crevillente,
César Augusto Asensio. A su entrada a los juzgados aseguraba sentirse
"tranquilo". Por su parte, Serra aseguró que su compañero de partido
"está fenomenal". Mientras, el abogado de Costa le esperaba en el interior de la sede del TSJ.
A las puertas del edificio, un centenar de periodistas esperaban rodeados de vallas y otras medidas de seguridad colocadas en el recinto con motivo de la expectación mediática desatada por el caso. Junto a ellos, una decena de jóvenes de
Nuevas Generaciones (NNGG) del PP acudió a mostrar su apoyo a los imputados a las puertas de los juzgados. Por otra parte, un pequeño grupo de señoras mayores increpó a Costa a su entrada gritando
"trajes para todos". Como respuesta, a la salida de Costa un pequeño grupo de militantes del PPCV gritaron
“estas es la checa de ZP”, en referencia al presidente del Gobierno central. Además coreaban
“Costa es el mejor”.
Declaración de Víctor Campos
El secretario general del PPCV coincidió en el interior del edificio con Víctor Campos, según confirmó éste último a su salida de los juzgados alrededor de las 11.50 horas y tras prestar declaración durante media hora ante el juez. Campos, que rehusó hacer comentarios, se limitó a señalar que está
"tranquilo".
El que fuera número dos del Gobierno valenciano reiteró que desde un principio anunció que no haría declaraciones respecto a su imputación. Así, preguntado por su presunta implicación en la causa respondió:
"todo bien, todo bien".
El exvicepresidente de la Generalitat llegó al juzgado alrededor de las 9.15 horas, una hora y cuarto antes de su declaración, prevista para las 10.30 horas. Madrugador como en sus tiempos de estar en la primera línea política. Campos, que trató de esquivar a la nube de periodistas, llegó acompañado de su abogado.
El exvicepresidente abrió el turno de declaraciones que se prolongará hasta el próximo jueves. El miércoles continuarán las declaraciones con la comparecencia de Camps. Tras él declararán el exjefe de gabinete de la Conselleria de Turismo,
Rafael Betoret, y Álvaro Pérez. Todos ellos están imputados por un supuesto delito de cohecho.
En un principio la declaración del jefe del Consell estaba prevista para esta primera jornada, pero su abogado solicitó el retraso al tener que acudir a otra vista fijada con anterioridad.
Además, el magistrado acordó llamar a declarar como testigos a todas las personas que han autorizado contratos entre la administración y la empresa Orange Market. Esta decisión puede suponer una dilatación del proceso judicial, con lo que la resolución del caso podría alargarse hasta después de las elecciones europeas.
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