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José María Fuster-Fabra
José María Fuster-Fabra (Barcelona, 1957) es abogado y doctor en Derecho por la Universidad de Barcelona. Ha participado en muchos de los juicios más significativos contra ETA, como el atentado de Vic, los asesinatos del inspector Puelles o del comandante Anguera, y ha representado al periodista Gorka Landaburu, entre otros. También participó en la acusación más representativa del 11-M. Entre sus clientes figuran Mikel Lejarza, el Lobo; y el general Rodríguez Galindo, y ha defendido a generales y jefes superiores de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra. Con la colaboración de periodista Xiana Siccardi, acaba de publicar en Planeta el libro "En toga de abogado" en el que desvela no pocos episodios relacionados con el terrorismo.
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¿Cuando piensan abandonar las armas los terroristas?
Buenas tardes a todos los lectores de Diario Crítico,
La entrega de armas será un acto simbólico. Lo importante es anular su infraestructura, y casi se ha conseguido.
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Cuál es su opinión de que el señor Otegui siga en la cárcel? No cree que debería estar libre?
Otegi, como todos los condenados por terrorismo, debe cumplir su pena. Cuestión aparte es que el Estado de Derecho utilice mecanismos tales como la aproximación de presos o el tercer grado, pero siempre de forma adecuada.
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Señor Guster, se cree de verdad que los terroristas de ETA hana bandonado definitivamente las armas?
No las han abandonado. Casi les hemos obligado entre todos a abandonarlas. Falta el empujón final.
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Leo en la contraportada de su libro -que he comprado, aunque aún no he leído- que usted ha defendido a multitud de policías y guardias civiles acusados de torturas. ¿De verdad que eran todos inocentes? ¿Nunca se ha practicado tortura, como la bañera, y otras barbaridades...?
Es cierto que ha habido condenas, en algunos casos, erróneas. Es mucho más efectivo explotar debilidades o aspectos personales -y si me apura, técnicas de interrogatorio de desgaste-, que la tortura física. Eso lo he aprendido yo de la gente a la que he defendido.
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¿Usted es también de los que creen en la teoría de la conspiración del 11-M, que ETA e islamistas actuaron conjuntamente, o similar?
Fue un error tremendo empeñarse en colocar a ETA en el 11M. Ni operativamente ni por estructura, ni porque jamás ha habido contactos operativos, podíamos pensar en una acción conjunta.
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¿Qué anécdotas nos podría contar de la lucha contra ETA, algo que usted conozca, ya que es un auténtico experto en este tema, por ejemplo, de infiltrado, como El Lobo?
En el libro se explican muchas anécdotas, como por ejemplo, la infiltración que se consolidó en la Feria de Abril de Sevilla. Sobre 'El Lobo' explico, por ejemplo, la contradicción que suponía para una persona que le cambiaron la identidad, acusarle de identidad falsa.
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Parece que ETA ya no es amenaza, o casi, pero la gran amenaza ahora es la islamista. ¿De verdad lo tenemos controlado? ¿Es posible controlar el terrorismo yihadista?
El terrorismo islamista es mutante, y va desde estructuras organizadas como AlQaeda, a lobos solitarios como los de Londres. Eso hace especialmente difícil la lucha contra ellos. No obstante, los policías españoles son de los más preparados del mundo. Por ejemplo, cuento en el libro cómo se abortó un posible atentado en el Metro de Barcelona.
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Si ETA está acabada, ¿por qué no ha entregado aún las armas? ¿Cree usted que las entregará?
La entrega de armas será un acto simbólico, si se produce. Lo importante es acabar con su estructura, y eso casi lo hemos conseguido.
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¿Cree de verdad que ETA está acabada, o se producirá más bien una escisión?
El riesgo de escisión es posible, pero siempre será minoritario. La ETA que nosotros conocimos -estructura, organización, financiación, etcétera-, afortunadamente está casi acabada.
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Creo que hay un revelación en su libro: la de Bárez, que estuvo infiltrado en ETA. ¿Podría darme algunos detalles? ¿No le importa a Bárez que se diga, ya que ETA aún no ha entregado las armas?
Todo lo escrito sobre Bárez cuenta con su conocimiento y apoyo. Para mí es un amigo y eso es sagrado.
Su infiltración fue intermitente, inventándose la profesión de marino mercante. Lo que hizo no sólo fue muy útil sino también muy ingenioso.
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Usted defendió a Galindo, ¿de verdad creyó que era inocente, que no tuvo nada que ver con historias de guerra sucia policial?
Cuando Rodríguez Galindo, un hombre creyente, juró que él no había dado la orden de secuestrar ni asesinar a Lasa y Zabala, le creí. Ahora estoy más convencido de que dijo la verdad.
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Una cosa: ¿están de igual de desarrollados los servicios criminalísticos de la policía y de la Guardia Civil? ¿Y con respecto a las policías autonómicas? ¿Cuentan todos con los mismos medios?
Cada cuerpo tiene sus características y su idiosincrasia peculiar. En el tema de la lucha antiterrorista, casi siempre han actuado de acuerdo y de forma ejemplar.
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De todos los criminales que usted ha conocido, ¿cuál ha sido el más despiadado?
Curiosamente, muchos de los más despiadados -Urrusolo, 'la Tigresa', Lasarte, etcétera-, ahora están por el abandono de las armas. Para mí es un cambio estratégico, pero bienvenido sea.
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¿Cuántos casos se habrán cerrado en falso por un mal peritaje como el que ocurrió con los niños de Córdoba?
Los peritos son muy importantes en un proceso penal, por eso es conveniente que intervenga más de uno y contrastar las pruebas periciales.
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Dicen las estadísticas que hay más criminales hombres que mujeres, ¿existe alguna explicación al respecto?
En la sociedad queda muchos restos de machismo. Creo que esto impregna también a la delincuencia por el papel dominante del hombre. No obstante, por ejemplo en casos como asesinatos, las mujeres se han revelado como especialmente sutiles y frías.
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¿Se librará Urdangarín de la cárcel?
No acostumbro a opinar de temas en los que no intervengo, ni en los que intervengo mientras están abiertos, salvo el interés de mis clientes, y no es el caso.
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¿Qué caso de los que ha llevado le ha sorprendido más, digamos que tiene más morbo o que fue más difícil de desentrañar?
El caso más duro de los que cuento en el libro fue el caso de Lasa y Zabala. También algunos juicios contra etarras o defensas de policías y guardias civiles en el País Vasco tuvieron especial dificultad por el contexto en el que se producían.
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Una preguntita de nada: ¿Cuándo cree usted que va a ser cesado el aún ministro de Justicia; es decir, el ínclito Ruiz-Faraón?
Como abogado de víctimas, o de policías y guardias civiles, nunca opino sobre cuestiones políticas.
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Creo que usted vive en Cataluña, así que, ¿cómo ve la deriva secesionista?, ¿nos puede llevar a algún tipo de confrontación?
Le respondo como ciudadano, no como abogado de víctimas. Como ciudadano estoy comprometido a defender mi doble condición de catalán y español, y espero que cada vez más, quienes nos sentimos así lo expresemos públicamente. Creo que somos mayoría.
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Usted que sabe de Interior, con la crisis han cobrado fuerza movimientos de ultraderecha por toda Europa ¿ven factible que en España volviera algún 'iluminado' a dar un golpe de Estado?
Sinceramente, no lo creo. Otra cosa es que la xenofobia se cuele en determinadas actitudes y el populismo mal entendido encuentre terreno abonado en la sociedad en que vivimos. Le respondo como ciudadano, no como abogado de víctimas del terrorismo, pues como tal no entro en temas políticos.
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Ahora que tanto nos quejamos con la crisis... ¿cree que cualquier tiempo pasado fue mejor?
Como ciudadano siempre me gusta hacer una llamada al optimismo, como profesor de universidad soy un apasionado de las generaciones nuevas, capaces de luchar por su formación para salir adelante.
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¿Se gana mucho dinero con este tipo de libros o aquí ya no se gana dinero con nada?
Un libro así no se escribe por dinero, sino por reivindicar la lucha de las víctimas del terrorismo y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Aunque este libro esté lleno de anécdotas, alguna de ellas incluso humorísticas.
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¿Sería capaz de hacer una lista de 'buenos' ministros de Interior? ¿En qué orden pondría a Barrionuevo, Corcuera, Acebes, Rajoy, Raubalcaba y Fernández Díaz?
Siempre he sentido un gran respeto por los ministros del Interior. A todos ellos hay que agradecerles el trabajo y el esfuerzo. En las democracias maduras no se hace política ni con Interior ni con Defensa.
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¿Cree usted, como abogado conocedor de estos temas, que es necesaria una segunda transición en la policía, sobre todo ahora, cuando la amenaza de ETA parece que no existe?
La transición de la policía ha sido ejemplar. La policía evoluciona a medida que se le plantea nuevos retos. Ahora, por ejemplo, tenemos una policía muy preparada en la lucha contra el terrorismo islamista. Esto vale para todos los Cuerpos, vistan el uniforme que vistan.
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Los sindicatos denuncian que el actual ministro, Fernández, no hace más que colocar a gente del Opus Dei en la cúpula de Interior. ¿Cuándo vamos a conseguir una policía realmente profesionalizada y no ideologizada?
Lo importante de la policía son los grupos operativos, y éstos en España son muy buenos. Lo que tienen que hacer los políticos es hacerles caso y apoyarles. A ellos y a los grupos de Información. Me da igual su ideología o sus creencias.
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Usted defendió a Galindo, ¿de verdad creyó que era inocente, que no tuvo nada que ver con historias de guerra sucia policial?
Cuando Rodríguez Galindo, siendo un hombre muy creyente, juró que él no dio la orden de secuestrar ni de asesinar a Lasa y Zabala, le creí. Ahora, estoy absolutamente convencido y puedo afirmar que dijo la verdad.
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DESPEDIDA
Gracias a todos los lectores por su interés y sus preguntas. Este es un libro de un abogado que aportó su grano de arena en la lucha contra el terrorismo desde una convicción: que los buenos son las víctimas y los policías vistan el uniforme que vistan, y los malos los terroristas y quienes les apoyan. Así de sencillo, contado a través de la experiencia personal, desde lo anecdótico hasta lo más duro, sin más límite que el secreto profesional.
Hasta pronto
José María Fuster-Fabra y Xiana Siccardi
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