www.diariocritico.com

Wert, un ministro torero con muchos y peligrosos asuntos que lidiar

Wert, un ministro torero con muchos y peligrosos asuntos que lidiar

>> Rajoy recupera rango ministerial al Deporte
>> Las CCAA tienen transferidas las competencias en Educación y Cultura

miércoles 14 de marzo de 2012, 12:52h
Por fin un ministro al que le gustan los toros. Quizás, opiniones a favor o en contra de la polémica Fiesta, le venga bien. Dada la envergadura de los 'victorino' que le esperan, algunos ya embistiendo sin aguardar a esos 100 días que suelen darse como cortesía a los nuevos gobernantes, en el ruedo virtual de su también virtual plaza que es el Ministerio. Pongamos que se habla/escribe de José Ignacio Wert, al frente de una de las carteras escoba de más extensa denominación oficial. Ahí es nada: Educación, Cultura y Deporte.
Tres asuntos complejos -el Deporte, que antes llevaba directamente Zapatero se ha añadido a las competencias anteriores con Ángeles González Sinde como máxima responsable de la cartera- y sólo relativamente relacionados en los que hay mucho que torear. Y a fe que Wert, valiente él, no se ha echado atrás a la hora de enfrentarlos sabiendo que puede tener división de opiniones en su balance: O sea, ovación, vuelta y corte de orejas, o pitos y bronca, por continuar con esos ricos términos sacados de la Fiesta que preñan el idioma español.

El primer bicorne con el que se atrevió, cuya faena la había realizado su antecesora, incluso dándole nombre a la Ley, pero no había matado ni rematado -léase que estaba pendiente de aprobarse-, fue el de las famosas descargas por internet. El sucesor de Sinde, valiente él, no tuvo problemas para estoquear la nueva normativa, que en agradecimiento añadió su apellido para llamarse ya siempre Ley Sinde-Wert. Un marco regulatorio que sí que ha provocado una fortísima división de opiniones merced al intento de combatir las webs infractoras de los derechos de autor.

Es una forma de entender la Ley desde las instancias del Ejecutivo, pero no así entre las asociaciones de usuarios o de muchos de estos de forma individual. En la práctica -como bien indica el que se haya llenado la red de protestas desde antes de su publicación en el BOE y mucho más después- se acusa a la norma -que es un apartado de la Ley de Economía Sostenible- de posicionarnos ante un peligroso sistema administrativo-judicial, gestionado por una Comisión de Propiedad Intelectual que a su vez está formada por personas dependientes del Ministerio de Cultura.

De modo que, guste o no, y se aplique o no con dureza, lo indudable es que el Estado gana en poder para controlar lo que circula por la red al disminuir la capacidad de análisis y decisión de los jueces en este tipo de casos -aunque por fortuna, hasta ahora en líneas generales la justicia española ha exculpado a las webs de enlaces-. Y que afecta no sólo a las páginas de enlace con otras, sino a cualquiera, como textualmente expresa: "Podrán ser aplicadas a cualquier persona física o jurídica que proporcione un servicio de la sociedad de la información y de comercio que directa o indirectamente actúen con ánimo de lucro o hayan causado o sean susceptibles de causar un daño patrimonial al titular de derechos".

Máxime cuando la decisión final, el juicio teóricamente salomómico, queda en  manos de los miembros de la Comisión de Propiedad Intelectual, que serán nombrados -aún no lo ha hecho- por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a propuesta de los Subsecretarios de los Ministerios de Justicia, Educación, Cultura y Deporte, y Economía y Competitividad. O sea, juez y parte. De cualquier manera, aunque el toro de la ley ya está en el ruedo, todavía no se conoce si ha habido denuncias: y si existen, estarán dormidas esperando estos nombramientos.

Cambios en Las leyes de Audiovisual y del Cine

Respecto a otros asuntos de este apartado cultural -sin olvidar nunca que, como en Educación y Deporte las competencias están transferidas a las comunidades autónomas y hay que contar con los respectivos Consejos Sectoriales las pocas veces que se reúnen- , el ministro se ha pronunciado en diversas ocasiones. Aunque esas ideas no han llegado a normativa en el Boletín Oficial del Estado, previo paso, con mayor o menor negociación, por el Congreso y el Senado

Así, por ejemplo, el titular de la cartera se muestra partidario de mejorar la confusa relación de las cadenas televisivas con su hermano mayor del cine, cambiando la vigente Ley General de Comunicación Audiovisual y la propia Ley del Cine. También pretende potenciar el sector editorial, especialmente en el libro digital, equiparando la fiscalidad del libro impreso al que se distribuye a través de Internet. Y otros cambios en la Ley de Mecenazgo, con un aumento en las desgravaciones fiscales que se obtengan de ellas para colocarlas en porcentajes similares a los de otros países europeos.

Y, claro, no podíamos cerrar este repaso cultural sin el asunto en el que más se ha implicado el ministro torero: la Fiesta. Más que nada por lo que ha significado de cambio integral respecto al Ejecutivo antitaurino de Zapatero, aunque su subalterna encargada de la Cultura dentro de la cuadrilla ministerial, Sinde, no lo fuese, pero no se atrevió a hacer nada para no desobedecer al jefe, al matador ZP. Como ocurrió con el franquismo y la copla, que supo adueñarse de ella y robársela a la gente, el PP ha robado el espectáculo taurino -que no es de derechas ni de izquierdas- al PSOE, llenándolo de promesas aún no cumplidas.

Por ejemplo la declaración a nivel del estado de 'bien de interés cultural' o la lucha para que los toros vuelvan a Cataluña, dos cuestiones prometidas para el mismo momento en que llegaran al poder y que ahora han retrasado -predicar no es dar trigo- unos pocos meses en el primer caso y muchos más -quizás dos ó tres años- en el segundo, a la espera de la sentencia del Constitucional, al que recurrió el Grupo del PP del Congreso en la legislatura anterior en el Congreso.

Pero sí que el torero Wert, en la propia Comisión de Cultura y en muchas declaraciones, ya ha adelantado su "máximo apoyo" a este asunto "que forma parte de la cultura y tradición española". Y no sólo con palabras: ha vuelto a convocar la fenecida Comisión Nacional de Asuntos Taurinos, de la que forman parte minoritaria los aficionados, y ha logrado que desaparezca el veto en TVE. Aparte de que, al ser uno más de los asuntos en Cultura, "contarán con todo el apoyo para su difusión", Wert 'dixit'. De momento, se ha ganado no sólo a los profesionales sino a los aficionados, que no olvidemos son millones (de votos) y que estaban hartos del antauirinismo de ZP. Y olé. 
 
Propuestas en Educación

Otro de los 'vitorino' que mucha guerra y polémica van a dar al coletudo Wert es el de Educación. Donde el ministro ya ha hecho el paseíllo con varias de sus propuestas, igualmente con división de opiniones en los tendidos. Algunas como denuncia, bastante razonada o al menos argumentada, de la situación anterior: por ejemplo el bajo rendimiento estudiantil que año tras año proclama el informe Pisa, o el cada vez menor denominador común en los estudios generales de las 17 comunidades autónomas -sobre todo en Historia y Geografia-, o la paradójicamente mala formación que logran en la Formación Profesional -Wert pone como ejemplo a imitar la alemana-, o la excesiva endogamia a la hora de elegir los profesores universitarios.

Aunque no parece que la mejor manera de cambiarlo sea la que ha ideado para los aspirantes a maestros y profesores, al variarles sin aviso ni negociación gran parte del temario de las oposiciones ya convocadas, lo que como es lógico ha vuelto a incendiar la red con sus protestas. Respecto a una normativa estatal que sirva de unificación de asignaturas en todas las regiones para que los estudiantes españoles tengan -salvo cuestiones muy localistas- un ideario común mucho mayor que el actual, la idea está muy bien, aunque el centralismo excesivo puede ser igualmente perjudicial y habrá que ver cómo lo lleva a cabo. Pues como en Cultura, también en Educación las competencias están transferidas a las autonomías.

En Secundaria, el ministro ya ha adelantado un cambio reduciendo un curso la ESO -que pasaría a tres-y sumándoselo al Bachillerato, que ahora quedaba muy  constreñido en sólo dos. También estaba en contra de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que ya ha eliminado casi inmediatamente a su llegada para sustituirla por Educación Cívica y Constitucional, que es políticamente más correcta. Eso sí, el torero Wert no ha sido valiente para eliminar la Religión de los centros públicos y dedicar esas horas a cuestiones más interesantes y menos sectarias. Y amenaza con otra polémica con la supuesta -por él- necesidad de establecer lo que denominó un 'bilingüismo inclusivo en inglés -o sea que se den las clases en este idioma- para algunas asignaturas, algo discutible en general y mucho más en las comunidades con dos lenguas oficiales.

El Deporte sube a Primera División

Quizás la hermana pobre del ministerio sea su tercera pata: el Deporte. Pero que, al menos, ha recuperado categoría teórica, ha subido a Primera, ya que el anterior ministro 'in pectore' era el propio presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que en su última remodelación gubernamental lo dejó en una secretaría de Estado dependiente de Presidencia. Al margen de su no ocultada futbolera confesión madridista,  Wert no se ha pronunciado en exceso respecto a los asuntos deportivos, y es muy posible que salvo en el aspecto fundamental de la lucha contra el dopaje, en el que España ba tan retrasada, deje 'torear' al secretario de Estado, Miguel Cardenal, quien acaba de nombrar al frente de la Agencia Estatal Antidopaje a la prestigiosa Ana Muñoz Merino.

Al menos, el valiente coletudo Wert ha cogido al toro por los cuernos y no ha ocultado que "por supuesto, tenemos, no hace falta decirlo porque está de la más rabiosa actualidad, un problema con el dopaje, por eso vamos a intentar a la brevedad posible aprobar la modificación de la ley antidopaje". Porque, filias y fobias francesas y/o de la UCI aparte con la injusta condena a Contador, no sólo se juega el deporte, y el país, el prestigio, sino las posibilidades de que Madrid, a la tercera, sea por fin elegida sede de los Juegos Olímpicos.

Y, claro, sin olvidar, en la parte que le corresponde, el feo asunto de la bancarrota de la mayoría de los clubes de fútbol de la Liga Profesional y su deuda de 750 millones con Hacienda, que debe sumarse a la de la Seguridad Social y a otras a empresas. Que aunque los clubes sean entidades privadas, dependen en parte de ayudas oficiales, y deben cumplir la ley y pagar a Hacienda como cualquier otra empresa, como cualquier españolito. Y si algún equipo histórico desaparece, pues que lo haga, que no se va a hundir el país. Ahí si que el torero Wert va a tener no sólo que coger el toro por los cuerno,sino arrimarse, cargar la suerte y, dada la carga demagógica y  populista -no confundir con popular del PP-, jugarse la vida... política. Y olé. 
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios