Rubalcaba rehusó comprometerse con el Gobierno hasta después del Congreso del PSOE

Desde el primer instante de llegar al Gobierno, los populares intentaron crear un canal de diálogo con los dirigentes socialistas, tanto con Rodríguez Zapatero, como secretario general y, por lo tanto, líder aún de los socialistas, como con el que fuera candidato y luego portavoz del PSOE en la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero la respuesta que recibieron fue que había que esperar a los resultados del 38º Congreso Federal que se ha iniciado este viernes en Sevilla. No estaba claro, por tanto, como no lo está aún ahora, quién sería la persona que dirigiría el socialismo español en los próximos años.

Los populares, según las citadas fuentes, buscaban la apertura de un diálogo con el principal partido de la oposición para, entre otras cosas, pactar, por ejemplo, las renovaciones pendientes en el Consejo de Administración de RTVE o del Tribunal de Cuentas, y sobre todo en el Tribunal Constitucional. Pero la falta de liderazgo real dentro del PSOE -ya se sabía internamente que Chacón iba a disputar la Secretaría General a Rubalcaba, y que el futuro era incierto- impidió la apertura del deseado canal de diálogo.

Así las cosas, la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha confirmado este viernes en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, que el Gobierno espera reunirse de "forma inmediata y con agenda" con quien quiera que se haga con el liderato socialista en este Congreso de Sevilla: "Estaremos muy pendientes de lo que vaya a pasar en el Partido Socialista y los contactos serán inmediatos y con una agenda clara", según dijo la vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia.

Refiriéndose más en concreto al cónclave sevillano del PSOE, Sáenz de Santamaría que, "respetando" las decisiones que son propias de los militantes socialistas (la elección, por ejemplo, de Alfredo Pérez Rubalcaba o de Carme Chacón), "se necesita una oposición leal y responsable... una buena oposición". Y al nuevo líder que sustituya a Rodríguez Zapatero la vicepresidenta del Gobierno le ha lanzado un mensaje: "Estamos dispuestos a buscar consensos y lograr acuerdos" en todos los sentidos para sacar al país adelante, y desde luego, en la renovación de las instituciones en las que se precisan mayorías absolutas de dos tercios.

Uno de los principales obstáculos siempre ha sido la renovación que corresponde al Congreso de los Diputados del Tribunal Constitucional. Con Zapatero, el obstáculo estaba en un nombre: el del juez de la Audiencia Nacional Enrique López, que proponía el PP. ¿Seguirán los populares proponiendo a López salga quien salga en el Congreso de Sevilla? "Lo lógico es que así sea", nos dicen medios gubernamentales.

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