Pero escribir tiene sus pros y sus contras. Las contras son que el que escribe, a su vez, puede ser criticado. A mí, sin ir más lejos, me pasa mucho y esta columna se llena muchas veces de comentarios que me ponen verde. Lo que pasa que mi ego es mayor que mi sentido del ridículo y por eso me resbala. Mi confesor me lo dice: así no vas por buen camino. Pero estoy en ello.
Fiona Ferrer Leoni se ha casado con
Jaime de Polanco por todo lo alto y
Hola lo ha publicado como si se hubiera casado la infanta. Y, como era de esperar, los leones la han atacado sin piedad. Reconozco que de no ser mi amiga, yo la hubiera criticado, más que nada porque soy así, no porque ella se lo merezca. Pero la amistad en este caso ha podido con el ego.
De todas las críticas que he leído me han satisfecho especialmente aquellas que desvelan la ignorancia de quien las comete; for example; que el novio parecía un camarero: hombre pues no, lo que pasa es que iba vestido de esmoquin tropical, entre otras cosas porque la boda era en Tenerife, o sea, ya África, y debía de hacer un calor de narices. Ir de esmoquin blanco es una cuestión de protocolo y reírse de ello es como hacerlo de una mujer que lleva mantilla negra en presencia del Papa.
La boda debió de ser cara de narices pero a la gente se le olvida un pequeño detalle: no la pagó el gobierno, ni el gobierno del cabildo, sino los novios y uno con su dinero hace lo que le da la real gana. Envidia cochina que tenemos los demás por no poder casarnos en esas condiciones. Y envidia de que los novios con el pastizal de la exclusiva han hecho labores propias de
Jolie-Pitt, es decir, a organizaciones benéficas. Eso sí es poderío y lo demás tonterías. No han admitido regalos. A lo mejor al pueblo le hubiera molado más que los novios hubieran dispuesto una alfombra roja dónde los invitados fuesen pasando para dejarles un sobre con dinerico. Lástima que no se les haya ocurrido. Les hubieran criticado de igual forma pero al menos se hubieran quedado con la pasta.
También se les ha criticado por los invitados. Teniendo en cuenta que fueron casi seiscientos y todos no podían posar en el
Hola, imagino que se recurrió a fotografiar a los que son conocidos. Pero esto parece que a la gente también le molesta. Yo, particularmente prefiero ver este reportaje que el de la boda de
Belén Esteban, no porque tenga nada en contra de ella sino porque visualmente me parece más mona Fiona.
En fin que la crítica es libre y yo de ti Fiona no me enfadaría ni preocuparía por ello. Al fin y al cabo tú no vives de eso, tú vives de tu trabajo, de ese que los que te critican no nombran. Ellos sabrán por qué. O no, ¿quién sabe? En cualquier caso no te pagan la luz de casa.
Por cierto, felicidades
Vea también: Fiona Ferrer comenta su propia boda en su blog>>
Si (
No(
