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Porcupine Tree encandila a Madrid, se come el mundo...

Porcupine Tree encandila a Madrid, se come el mundo...

lunes 23 de noviembre de 2009, 09:58h
Muchas cosas que decir de este concierto, de este grupo, de este genio que es Steven Wilson. Primero, que llenan. Que ya no son un grupo de sala, como sucedía hace unos años. La primera vez que les vi giraban para presentar 'In Absentia' y llenaban... pero la sala Caracol de Madrid. Unas 500 personas. Hace un año coparon la Heineken en la venta anticipada de entradas y se pasaron a La Riviera. Y ahora repitieron llenazo en esta sala, con sus aproximadamente 2.000 espectadores.

Eso como primer punto. Pero no es suficiente. También llenan otros grupos de dudosa calidad e integridad artística. El hecho es que Porcupine son ahora mismo una de las mejores formaciones del rock internacional, sin peros, comas ni matices. Espero sinceramente que no en mucho tiempo ya se atrevan con pabellones y la gente esté a la altura de su calidad musical. Y es que Wilson, Barbieri, Harrison y Edwin son 4 magos, a la altura de los grandes. Y sus temas, que es lo más importante, están a la altura de los mitos.

Creo, sinceramente, que este 'The Incident', es una de las mejores obras del progresivo que se han hecho en las 4 décadas que tiene el género de vida. Matadme, sin problemas. Pero no está tan lejos de obras míticas como 'The Wall', 'Dark Side of The Moon' y otras mini-sinfonías modernas del rock. Y si el LP está a esa altura, el directo del cuarteto -convertido casi siempre en quinteto en vivo con la compañía del guitarrista John Wesley- es tremendo. Simple y llanamente tremendo.

Cuando ves entrar a Wilson es imposible evitar que se te venga a la cabeza la imagen del estudiante introvertido que se sienta en última fila y no habla con sus compañeros. O el empollón con pelo afeminado y enclenque constitución física. Pero en ese cuerpo tan poco rockero se esconde un alma fiera y más 'heavy-sounded' que la de muchos pintas que circulan por los escenarios. La contundencia de un concierto de Porcupine Tree es a veces tan increíble que supera las expectativas de un metalero que se hubiera perdido en este show, o que estuviera acompañando a un amigo al concierto. Por no decir de sus temas más floydianos, para los amantes del progresivo clásico.

 Todo eso y más es Porcupine, que no deja de crecer. A su música, que de por sí es puro espectáculo, se le une un show de imagen y sonido impresionante, de cine. Su directo es, ahora mismo, de lo mejorcito del panorama internacional, y todo un espectáculo audiovisual. Impresionantes imágenes en pantalla, vídeos de cuidada factura, preciosismo visual y una calidad de sonido que pocos grupos de gran presupuesto puede igualar. Porcupine hicieron sonar a La Riviera como nunca la había oído resonar. Una mezcla perfecta de los técnicos y una interpretación sublime de cada uno de los músicos que estaban sobre el escenario.


Comerse el mundo

Los asistentes, cierto es, no son los propios de un concierto de rock. Va creciendo la juventud entre su masa de seguidores, pero los 35-40 es la edad media de sus conciertos. Desde luego que no pasa nada por ello. Pero es reseñable. Y la actitud, inmejorable. No es un público para saltar, pero sí para adorar cada nota, cada recurso estilístico de estos genios. Gavin Harrison asombra con su técnica de percusionista, y aunque Barbieri y Edwin se limitan a ser correctos, Wilson encandila con su estilo tan estático y al mismo tiempo espectacular. Sabe hacer que el equilibrio sea un show.

Una de las cosas que me asombraron de esta cita, antes de pasar a analizar el recital en sí mismo, fue la expectación creada. La gente ansiaba atender a cada nota de la partitura, a cada esquema de sus complejas composiciones. Y ahí empezamos a hablar del setlist. Los del árbol del puercoespín se marcaron una primera parte del concierto, una hora  exacta, basándose en la larga pieza 'The Incident', que consta de 14 piezas. Desde el comienzo, los asistentes callaban, de forma sepulcral, en los silencios entre las fases de guitarra de 'Occam's Razor', la apertura de 'The Incident'. Se ponían los pelos de punta.

Sobre 'The Incident', poco que decir. Es tan buena que a la gente se le ocurría cualquier cosa menos pestañear o distraerse. Cada segundo era absorbible en la memoria. Digno de recordar. Interpretación magistral. De libro. Luego, tras un descaso de 10 minutos, casi otra hora de temas clásicos. Faltaron, para mi gusto, 'Arriving Somewhere but Not Here' y 'Fear of a Blank Planet', dos temas que enloquecen. Pero dejando los gustos personales al margen, el recital fue también otro acierto. Bien elegidos los temas, con un 'encore' ya sabido porque en toda la gira europea están repitiendo los mismos temas como bonus: 'The Sound of Muzak' y 'Trains'. Sus últimos 4 discos, no nos engañemos, son de lo mejor de su carrera y el gran peso de sus conciertos. No extraña. Y es que Porcupine Tree sólo va para adelante, progresando, creciendo.

Como dice mi compañero y amigo Javier Moreno, a Wilson y compañía sólo le quedan dos alternativas, dos caminos: o la gloria o la autodestrucción. O mejorar lo sublime y por tanto llegar al mito o, por el contrario, comenzar el descenso. El ocaso de los dioses. Ahora no importa ese debate. Toca disfrutar. Yo ya estoy esperando la próxima cita con ellos para gozar de su directo. ¿Será ante una audiencia aun mayor?

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Músicos:
- Steven Wilson: Voz principal, guitarras, teclados y sintetizador
- Richard Barbieri: Teclados, sintetizador
- Colin Edwin: Bajo
- Gavin Harrison: Batería y percusión
(*) John Wesley: Guitarras adicionales


Ficha técnica:
Madrid, 22 de noviembre 2009, Sala La Riviera de Madrid.
Hora de comienzo: 21:00.  |   Hora de final: 23:15.
Espectadores: 2.000 aprox.


Setlist del concierto:
1-14. The Incident
------Descanso-----
15. The Start of Something Beautiful
16. Russia On Ice
17. Anesthetize
18. Lazarus
19. Strip The Soul
20. Remember Me Lover
21. Way Out Of Here
-----Encore----
22. The Sound of Muzak
23. Trains

Nota de aclaración:

Gracias por la corrección de los lectores sobre la sala del concierto del año pasado, en octubre de 2008. Efectivamente, fue finalmente celebrado en La Riviera tras cambiar de sala, ya que inicialmente estaba reservada Heineken pero se les quedó pequeña ante la venta anticipada de entradas. Disculpad el error.
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