El detective privado cuyo cadáver fue encontrado el pasado domingo por la mañana en un descampado situado en la calle Mauricio Legendre, , en el distrito de Chamartín, murió por asfixia, según ha determinado la autopsia. En base a los resultados obtenidos, la Jefatura Superior de Policía ha afirmado que los golpes que recibió en la cabeza no eran mortales y que, al parecer, llevaba unas 24 horas muerto cuando se halló el cadáver.
Por el momento, el grupo X de la Brigada de Homicidios continúa investigando para aclarar las circunstancias en las que se produjo el hecho.
El cuerpo de Luis Hernández Bustamante fue encontrado maniatado y con la cabeza llena de golpes y cubierta por una bolsa de plástico. Las primeras investigaciones apuntaron que el fallecido se encargaba de la seguridad privada no uniformada de las ferias que se celebran en el recinto de IFEMA.
Se cree que su desaparición se produjo el pasado viernes cuando el detective salió de trabajar el viernes por la tarde de IFEMA y tras tomar un bocadillo en la calle Alcalá se dirigió en su coche, un Seat Toledo plateado, a una zona de copas de García Noblejas, donde fue visto por última vez.
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