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Toro dice que cuando Zouhier le preguntó por explosivos, le remitió a Trashorras 'porque era minero'

miércoles 28 de febrero de 2007, 18:42h
Antonio Toro, miembro de la denominada trama asturiana que presuntamente facilitó los explosivos para los atentados del 11-M y ex cuñado de uno de los principales inculpados, el ex minero José Emilio Suárez Trashorras, ha dicho que fue el también procesado Rafa Zohuier -presunto colaborador de la 'célula' terrorista que cometió la masacre- con quien se relacionaba por temas de tráfico de hachís, quien le preguntó cómo obtener explosivos, a lo que él respondió que 'preguntara por Emilio, porque era minero', y podría saber de este material.

Toro está acusado de los delitos de colaboración con organización terrorista, suministro de sustancias explosivas y asociación ilícita por los que la Fiscalía solicita par él un total de 23 años de prisión. Según el Ministerio Público, Toro conoció en la cárcel de Villabona al procesado Rafa Zouhier, al que puso en contacto con su ex cuñado.

Toro participó, en opinión de la Fiscalía, en la segunda de las reuniones entre los asturianos y Jamal Ahmidan, alias 'El Chino' celebradas en Madrid, en esta ocasión en el McDonalds de Moncloa, y proporcionó junto a su cuñado una muestra de explosivo a Zouhier.

A preguntas de la fiscal Olga Sánchez, Toro relató ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional que conoció a Rafa Zouhier en 2001 en la prisión de Villabona (Asturias), con el que coincidió durante dos meses, y allí el marroquí pudo conocer a Suárez Trashorras, que le solía visitar en prisión porque ' Rafa'saltaba de locutorio en locutorio haciendo gracias' .

Una vez salió de prisión, Toro volvió a contactar con Zouhier, y éste le presentó a un tercero, Lofti Sbai, que era el que le vendía a él la droga y a quien pagaba. Describió al marroquí como 'un saltarín que va de aquí para allá, pero que al final no te da nada'. Dijo también que fue Zouhier le preguntó por la posibilidad de conseguir los explosivos, Toro le indicó que hablara con su cuñado, 'porque era minero', si bien negó que su ex cuñado o él mismo le dieran una muestra de dinamita o un detonador.

Sobre sus relaciones con José Emilio, dijo que se enfriaron cuando, tras salir de la cárcel, se enteró de que era confidente policial, a lo que se sumaba la falta de respeto que demostraba hacia su hermana. Solía ver a Suárez Trashorras junto a Manuel García, 'Manolón'; inspector jefe de policía en Avilés (Madrid) en un bar cercano al gimnasio que él frecuentaba.

Proteger a su hermana

Sobre su presencia en el McDonald's de Moncloa en noviembre de 2003, donde presuntamente se habló de la compra-venta de explosivos, Toro indicó que fue para proteger a si hermana, ya que tenía miedo de que 'alguien le partiera la cara' en dicho tipo de encuentros, porque Suárez Trashorras 'se creía que por ser confidente de la policía no le podía pasar nada'.

No obstante, negó que allí se hablara de dinamita, sino de 'un problema con una mercancía que estaba mala', en referencia al hachís y subrayó que esta era la primera ocasión en la que vio a Jamal Ahmidan 'El Chino' -uno de los siete terroristas que se suicidaron en Leganés (Madrid) el 3 de abril de 2004-.

Negó también haber ofrecido explosivos al confidente policial Javier Lavandera en un club de alterne llamado 'El Horóscopo' 'porque nunca he tenido acceso a explosivos', y resto credibilidad a lo dicho por esta persona. También dijo no haber visto jamás que su ex cuñado proporcionara explosivos a nadie, si bien había visto dinamita en una cochera de su propiedad, lo que él explicaba por el oficio que había desempeñado su ex cuñado.

El 11 de marzo de 2004 Toro estaba en Madrid, esperando a que Lofti Sbai le proporcionara droga. Ese mismo día regresó a Asturias y regresó el domingo después al cumpleaños que esta persona celebró en una marisquería de la capital. El 12 de marzo de 2004, Suárez Trashorras le preguntó por su relación con Rafa Zouhier porque creía que sus '

En otro momento de su declaración, afirmó que su ex cuñado 'vuelve loco hasta a las piedras', y que cuando se enteró que sufría esquizofrenia ha entendido muchas de las cosas que hizo. Además, justificó sus continuas llamadas a su hermana, la procesada Carmen Toro-, en lo mucho que la quiere, y porque nunca se fió mucho de Suárez Trashorras. 'Desde que me dijeron que se iban a casar dejé de hablar a José Emilio'.

"Lo único que hay en abundancia es la sidra"

Por otro lado, Toro contradijo lo señalado al tribunal por su ex cuñado y principal encausado en este procedimiento José Emilio Suárez Trashorras, al señalar que el tráfico de explosivos no es algo habitual y que conoce todo el mundo en Asturias, "donde lo único que hay en abundancia es la sidra".

  Toro hizo estas afirmaciones a preguntas de los abogados de la acusación particular, tras reanudarse esta tarde la sesión del juicio por la masacre en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, en Madrid. En la sesión de la mañana, Suárez Trashorras, para quien se piden 38.670 años de cárcel como cooperador necesario en la masacre, declaró que en Asturias hay un mercado negro de explosivos que se utilizan para pesca furtiva, voladuras, fiestas y otras cosas, "y eso lo sabe todo el mundo donde hay explotaciones mineras".

   Toro, para quien la Fiscalía solicita 23 años de prisión por los delitos de colaboración con organización terrorista, asociación ilícita y suministro de explosivos, negó haber participado jamás en este tráfico y añadió que no sabía de dónde procedían los explosivos y el detonador que acabaron en manos del presunto colaborador de la "célula" terrorista Rafa Zouhier.

  El procesado añadió que nunca ha estado en Mina Conchita -de dónde según la investigación procede parte de los explosivos-, ni en ninguna otra mina.

En la hamburguesería

  Señaló que su presencia en Madrid durante los meses de enero y febrero de 2004 obedecían a su interés por comprar "mercancía" (hachís) o irse de fiesta, y admitió que en dichas ocasiones se encontró en la capital con Zouhier. En dichos encuentros no se encontró jamás con Jamal Ahmidan "El Chino" -uno de los siete terroristas que se suicidaron en Leganés (Madrid) el 3 de abril de 2004-, al que vio por primera vez en una reunión al que acudió con su hermana y su cuñado en un McDonald's de Madrid en noviembre de 2003.

  Sobre la presencia de su hermana, la también imputada Carmen Toro, en diferentes reuniones celebradas en Madrid entre su marido Suárez Trashorras y varios marroquíes, como las que tuvieron lugar en hamburgueserías de la capital, negó que ésta tuviera que ver con el negocio de la droga y agregó: "Emilio sabe que si se le ocurre llevar a mi hermana a una reunión para algo que sea ilegal."

   En otro punto de la declaración insistió en que dejó de hablarse con Suárez Trashorras cuando su hermana le anunció que iba a casarse con él, porque no quería que su hermana saliese con él y mucho menos que se fueran a vivir juntos y que luego se casaran.

Ninguna relación con ETA

  En cuanto a su coincidencia en la cárcel de Villabona (Asturias) con miembros de ETA, Toro precisó que esto no es cierto, y que si lo dijo Zouhier a su contacto en la Guardia Civil, de la que era confidente, "luego se ha demostrado en los careos que se lo ha inventado todo".   En otro momento afirmó: "Nunca he colaborado, colaboro o colaboraré con la Policía", y negó cualquier relación con el inspector jefe de Policía de Avilés (Asturias), Manuel García Rodríguez, "Manolón", del que era confidente su ex cuñado.

  Antonio Toro reconoció que su padre tiene varios amigos en la Guardia Civil de Avilés, aunque negó haber recibido trato de favor por parte de la Benemérita. "Lo único que ha hecho la Guardia Civil es meterme 6 años en la cárcel", dijo, en referencia a la condena que recientemente se le ha impuesto tras el juicio por la denominada "Operación Pipol" de tráfico de explosivos.

   Dijo también no tener relación con otros miembros de la denominada trama asturiana, como Javier González Díaz, alias "dinamita", con excepción de Ivan Reis, con quien coincidió trabajando en la misma empresa. Requerido por la defensa de este procesado, señaló que éste aún mantiene una deuda con él por temas de hachís y negó haberle amenazado por ello con una pistola.

  A preguntas de su abogado, Juan Carlos Herranz, Toro insistió en sus afirmaciones anteriores y negó cualquier relación con el tráfico de explosivos o con miembros de ETA. "La primera vez que he visto a uno (etarra)ha sido estando ahora en la cárcel", afirmó el procesado. Preguntado por que había "desnudado" ahora ante el tribunal sus actividades con el hachís, Toro señaló que "en la vida" a colaborado con ninguna organización terrorista, y que no tiene nada que ver con el 11-M.

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