Sarkozy deja oficialmente el Ministerio del Interior para centrarse en su candidatura presidencial

Sarkozy, de 52 años, dejó la dirección del Ministerio del Interior francés tras reunirse con el primer ministro francés, Dominique de Villepin, y tras una breve ceremonia de despedida en el palacete de Beauveau, sede del Ministerio que el candidato de la UMP ha dirigido, en total, durante cuatro años, entre 2002 y 2004, y entre 2005 y 2007.
  
Un comunicado del Elíseo, el Palacio Presidencial, confirmaba esta mañana que François Baroin, de 41 años y hasta hoy ministro de Ultramar, será el sustituto de Nicolas Sarkozy.
  
La entrada de Baroin en el Gobierno de Dominique de Villepin supone la inclusión en el gabinete gubernamental de un político fiel a Chirac, pues ha sido de los pocos en manifestar su apoyo a Sarkozy sólo después de que el actual jefe de Estado dejara claro que no se presentaría como candidato a un tercer mandato presidencial. Aparte, Baroin se declara, al mismo tiempo, "Sarko-compatible".
  
Antes de dejar su cargo ministerial, Nicolas Sarkozy defendió su gestión en un discurso no exento de reflejos electorales a falta de 27 días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales que se celebrarán los próximos 22 de abril y 6 mayo.
  
"Sé exactamente lo que hemos hecho y lo que nos queda por hacer", declaró. Según él, su equipo ministerial intervino en 2002 "en una situación de urgencia", en la que la delincuencia había aumentado "un 17,5 por ciento en cinco años" de cohabitación del presidente Jacques Chirac con el Gobierno liderado por el socialista, Lionel Jospin.
  
"Los gendarmes se manifestaban y los policías estaban desmovilizados", recordó Sarkozy, para acabar manifestando que "todo tenía que reconstruirse" en el Ministerio del Interior y "hemos reconstruido todo".
  
No obstante, el ministro saliente admitió que "todo no ha sido resuelto" durante su gestión. De este modo, Sarkozy señaló los desafíos que deberá afrontar el Ministerio que dirigirá desde hoy mismo Baroin (cuya sede se encuentra en un edificio de las inmediaciones del Elíseo que lleva el mismo nombre de la plaza adyacente, la Plaza Beauvau).
  
"Hará falta en una nueva etapa en la que los franceses tengan el coraje de hacer frente a los criminales reincidentes; en la que los franceses tengan el coraje de defender a sus fuerzas del orden", subrayó Sarkozy sin olvidar la necesidad de "resolver la cuestión de los menores", dijo en alusión a los criminales jóvenes.
  
"Hay que poner fin a la complacencia" hacia unos delincuentes jóvenes, lo cual "no es otra cosa que no asistir a una persona en peligro", aseguró Sarkozy en su última declaración como ministro francés del Interior.  
  
El fin del doble estatus de ministro y candidato del que ha disfrutado Sarkozy hasta hoy coincide con la sustitución en el cargo de ministro de Salud del también muy implicado en la campaña del aspirante de la UMP y hasta hoy responsable de la Salud de Francia, Xavier Bertrand, quien ha compartido hasta esta mañana ese cargo ministerial con el de portavoz de la campaña presidencial del ministro del Interior saliente. 

Críticas de Royal
Horas antes de la ceremonia de despedida y de la alocución de Sarkozy, su principal adversaria y principal rival en intención de voto según los sondeos, la aspirante del Partido Socialista francés Ségolène Royal, criticó la gestión de Sarkozy como responsable de Interior, asegurando que el balance de su gestión es un "fracaso" pues "la seguridad se ha degradado en Francia", habiendo alcanzado máximos en materia de "agresiones" y de "heridas a personas".
  
Ségolène Royal se presentó esta mañana en una emisión de la cadena de televisión 'Canal +' como responsable de una candidatura que se diferencia de la del líder de la UMP por estar cargada de "humanidad".
  
Royal reprochó a Sarkozy que considerase "una decisión judicial" la investigación abierta contra una directora de un parvulario que se habría opuesto de manera injuriosa a la detención de un 'sin papeles' en el momento en el que el indocumentado recogía a su nieto en el colegio en el que está escolarizado el menor.
  
"No se debe separar a los niños de sus padres", aseguró Royal, quien hizo referencia a su promesa de regularizar a los inmigrantes sin papales para el caso de ser elegida presidenta de la República, una regularización que se aplicará con "humanidad" y "caso por caso", según los términos de la aspirante socialista.

Apoyo a Bayrou
Tan previsibles como las críticas de Royal a su rival fue la oficialización registrada esta mañana del apoyo político de François Goulard, ministro Delegado a la Enseñanza Secundaria, al candidato del partido centrista, Unión por la Democracia Francesa, François Bayrou.
  
Goulard hizo público su apoyo a Bayrou esta mañana en una emisión de la radio 'RTL', convirtiéndose en el segundo miembro del Gobierno francés que apoya al candidato centrista. Hace diez días fue el Ministro Delegado a la Promoción de la Igualdad de Oportunidades, Azouz Begag, quien mostró su apoyo político a Bayrou.