Duelo de titanes: en Moncloa no gusta que Solbes y Almunia le fastidien la 'fiesta' económica

La historia es más bien sencilla, nada retorcida. El lunes, en la comida del Foro Nueva Economía que concedía en Madrid el comisario europeo de Asuntos Económicos y antiguo líder socialista, Joaquín Almunia, comenzó todo. Primero, al ser presentado en ese acto por el propio Solbes, se hizo de manera muy comedida. Luego, Almunia, de manera mas específica, dijo claramente que cuidado con las alegrías preelectorales porque pueden hacer peligrar el superávit, que es lo que el Gobierno pretendía y que la UE dice que es la política a seguir.

Estas posturas de ambos especialistas en economía confirman el desmarque de Solbes y de Almunia con los actuales líderes del PSOE, ya que en el caso del comisario europeo, no es la primera vez que se manda un varapalo en clave nacional a la política de Zapatero con respecto a sus promesas y posiciones.

Pero igual de importante es la división de pareceres con Solbes, recuerden que vicepresidente, nada más ni nada menos, que del actual ejecutivo. Porque ante los anuncios sorpresivos del presidente, como el cheque-bebé de 2.500 euros que prometió en pleno Debate sobre el estado de la Nación, o el anuncio reciente de que va a aumentar las pensiones como en algunos casos hasta el 60%, parece definitivamente se confirma la descoordinación en el equipo económico.

Por cierto que Almunia confirmó ese ‘cabreo’ porque las cosas no vayan bien en el sentido de que rechaza claramente sustituir a Solbes como vicepresidente económico, a quien todos dan por amortizado. Nadie piensa que vaya a seguir en la próxima legislatura. Máxime cómo están las cosas: en Moncloa están molestos con sus posturas.

Y viene de lejos, porque el ministro Pedro Solbes no era ya consultado ni en materias de Industria, ni Medio ambiente ni en todas las materias que afectan a Caldera -en Trabajo-.

Y no sólo le ‘tosen’ a Zapatero estos pesos pesados de su partido. También en los sindicatos hay desconcierto porque el presidente del Gobierno se ha convertido en el ‘sindicalista mayor’ por sorpresa. Están reivindicativos y creen que Zapatero les “está pasando por la izquierda”. Así están las cosas.