Off the record - 18 abril 2008

Decepciones socialistas

Anunciábamos ayer que hoy contaríamos algo sobre decepciones socialistas ante el reparto de la tarta de poder. Qué duda cabe de que doña Trinidad Jiménez esperaba un ministerio, y que don Jesús Caldera no esperaba quedarse sin él. Hemos podido escuchar acerbas críticas al hecho de que la mitad del gobierno no tiene carnet del PSOE. Y hemos oído también que “Zapatero está laminando a todo lo que provenga de Felipe González”.

Hasta ahí, todo lógico. También en el PP, como está archicontado, hay malestar ante el reparto de cargos, sobre todo en el grupo parlamentario. Los que se quedan sin nada, o con menos de loe esperado, se sienten defraudados y ven mermar su entusiasmo por el líder.

Pero es que en el socialismo está ocurriendo una cosa de la que, entendemos, ZP debería tomar nota: cunde la sensación de que son los amigos del presidente los que medran, y los que no lo son, se estancan. Y también proliferan opiniones que dicen que el líder deja en la estacada a quienes le ayudaron a subir. Cierto que el caso de Carme Chacón es una excepción, pero aseguran que la flamante ministra de Defensa lo es porque, en una cena restringida, en la que al menos participaban don José Blanco, un empresario cercano a Zapatero y una persona muy allegada a la señora Chacón, se sacó a colación el nombre de quien entonces era ministra de la Vivienda en funciones como futura titular de Defensa en lugar de la persona que más sonaba en aquellos momentos, que era la titular de Administraciones Públicas, doña Elena Salgado. Dicho y hecho: telefonazo al presidente, a quien le pareció buena la idea.

Que, por otra parte, hay que reconocer que, al menos desde el punto de vista de la imagen, no es mala.  La fotografía de la señora Chacón, en avanzado estado de gestación, pasando revista a las tropas ha dado la vuelta al mundo, y ha sido portada, por ejemplo, en el ‘Herald Tribune’. Un tema español no había alcanzado tales honores gráficos desde el 24 de febrero de 1981, y hay que reconocer que aquella imagen tenía connotaciones mucho peores que esta: se trataba del ex teniente coronel Tejero pistola en mano en el Congreso de los Diputados.

Ello no quiere decir que el tema de fondo quede olvidado: ¿cuánto influye el ‘entorno presidencial’ en las decisiones del presidente? ¿Incluirá ello alguna designación a medio plazo en alguna importante empresa privatizada?

Continuará.