Este 2008 se presenta para la región como un año clave para su futuro. Los últimos cinco años mostraron un crecimiento sostenido a la par de la economía mundial, pero así y todo, no alcanzó para impedir que en la región haya en la actualidad 194 millones de pobres y con una desigualdad socioeconómica extremadamente alta, por lo que el crecimiento no llega con una adecuada distribución, el gran problema que presenta toda la región
Los especialistas aseguran que este crecimiento continuará por unos cuantos años, y, los más optimistas, aseguran que como mínimo va a durar quince años más este ritmo económico, que se apoya en el aumento de los precios de las materias primas que exportan los países latinoamericanos especialmente a la China, como son los minerales de las naciones andinas, los granos del Mercosur y el petróleo y los combustibles de Venezuela y Ecuador, que tuvieron precios récord en términos históricos.
Ahora bien, este desarrollo económico llegó de la mano de esfuerzos individuales, y no del bloque en conjunto, algo por lo que se viene reclamando hace tiempo.
Los pedidos que llegan desde el exterior para realizar nuevas inversiones son claros y aparentemente simples: reglas claras que sean respetadas en el tiempo, y seguridad jurídica para poder operar, situaciones que lamentablemente en algunos países aún cuesta conseguir.
Los conflictos no dan respiro
En una región que debería estar más unida que nunca para poder tener una mejor capacidad para atraer inversores extranjeros, este año que arranca, trae aparejado una serie de conflictos internos que va a llevar un arduo trabajo poder solucionarlos.
1) Argentina vs Uruguay por la papelera Botnia: Este caso representa en buena medida como por “caprichos” de gobernantes, que por dejarse presionar por parte de la población tiran a la borda una historia de hermandad de toda la vida. En este caso buscar culpables no tiene sentido, y, por más que sea cierto que el inicio del conflicto fue causado por Uruguay por no respetar un tratado internacional como el del Río Uruguay, de ahí en adelante todo fue una serie de enredos que ni siquiera con la mediación de España pudieron solucionarse. Ahora solo queda esperar el fallo de la Corte Internacional de La Haya, mientras los ambientalistas siguen cortando los pasos fronterizos y la papelera Botnia ya está funcionando.
2) Perú vs Chile por salida al mar: Si en el dividendo por la papelera nombramos a la Corte de La Haya, también hay que mencionarla en este caso. Perú presentó una demanda reclamando la salida al mar, lo que provocó nuevos cruces entre funcionarios, que, con seguridad, seguirán durante los cinco años que puede llegar a durar este proceso.
3) Bolivia vs Chile por salida al mar: Ya que estamos con Chile, no solo mantiene diferencias con respecto a la salida al mar con Perú. Bolivia también reclama su parte, y, aunque el tema viene manejándose con cautela, habrá que prestarle mucha atención a los próximos movimientos de Bolivia para conseguir una salida al mar que aumentaría sus posibilidades para el comercio exterior.
4) Chávez vs Uribe por las FARC: este sin dudas es el caso más complejo de todos, y merece un análisis profundo, ya que se mezclan demasiados factores en el asunto. El presidente colombiano Álvaro Uribe y el presidente venezolano Hugo Chávez mantienen un enfrentamiento hace años, que se reflotó con las operaciones “humanitarias” para el rescate de rehenes en manos de las FARC.
5) Chávez contra “el mundo”: las polémicas declaraciones de Chávez no le hacen ningún bien al MERCOSUR. Venezuela está cerca de ingresar al bloque, algo que por un lado lo haría más fuerte por su gran potencial energético, pero, por otro lado, pondría trabas a futuras negociaciones con el exterior, ya que no son pocos los que ven con desconfianza los pasos del líder venezolano.
6) Asimetrías en el MERCOSUR: Las quejas de Uruguay y Paraguay por las asimetrías del bloque ante Argentina y especialmente Brasil son moneda corriente, donde el país de Lula presenta superávits elevados y crecientes con todos los socios, algo que de a poco se está tratando de corregir. Además hay que sumar la preocupación principal de las industrias del bloque la amenaza que representan las importaciones provenientes de China, cuya participación viene creciendo rápidamente
El Banco del Sur toda una incógnita
La creación de esta entidad también llega acompañada de más dudas que certezas. El proyecto que fue propulsado por los gobiernos de Venezuela y Argentina, al que se fueron sumando de a poco Brasil, Ecuador, Paraguay, Bolivia y Uruguay funcionará con recursos aportados por sus países miembros, que podrán acceder a créditos accesibles para el desarrollo de infraestructura, expansión de empresas nacionales y fomento a las pymes.
Para todas estas operaciones ya existe el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), aunque ambos organismos para otorgar créditos cuentan con informes de la actualidad política/económica de los países, y además solicitan auditorías al FMI para conocer el estado financiero del territorio al que le otorgan el crédito.
Esto complica la cuestión en algunos casos, por lo que habría una “independencia” de los Estados Unidos, por lo que tendrán que manejarse con mucho cuidado, ya que cualquier movimiento en falso será aprovechado por Estados Unidos para tirar abajo esta iniciativa.
El objetivo es más que interesante, ya que se promoverá el desarrollo de la infraestructura integradora, a la promoción del empleo y a la activación de un círculo virtuoso de crecimiento económico en la región, con la expectativa de que el Banco contribuya a la elevación de la disponibilidad de liquidez, a la revitalización de la inversión y la corrección de asimetrías.
La cohesión social es la clave
La última Cubre Iberoamericana de Presidentes realizada en Chile trató sobre la cohesión social. Los acuerdos logrados, que fueron opacados por el entredicho entre el Rey Juan Carlos y el presidente de Venezuela Hugo Chávez, deberán ser puestos en marcha para tratar de solucionar el tema más acuciante que tiene la región como lo es la desigualdad social.
Sí esto sucede, el panorama que le espera a Latinoamérica es más que alentador.
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