Poco se conocen de los argumentos que el presidente
Zapatero esgrime para mostrarse partidario de la entrada de Lukoil. Se dice, confidencialmente, que el
Rey está interviniendo y que fue el que puso encima de la mesa el interés de la petrolera rusa Lukoil por Repsol, nada más conocerse la negativa española por las ofertas efectuadas por dos empresas, una de Arabia Saudita y otra, una corporación china. Ambas rechazadas por su carácter público.