No se enteran

"Si eres joven, no te has enterado, pero eres del PP". Esta es la frase que lanzó al estrellato de la galaxia popular a un joven derechista madrileño, ante el aplauso de sus mayores. Más recientemente, esos mismos cachorros populares, bajo la atenta mirada de Aznar, Botella y Aguirre, han tenido su congreso y aprobado sus resoluciones: un canto al libre mercado y el rechazo al salario mínimo.

Según las nuevas generaciones populares, a los jóvenes españoles les va el rollo del libre mercado sin regulación de ningún tipo, y rechazan de plano "inventos" sociales como el salario mínimo. El problema es que, según los nuevos (¿?) ideólogos neocon, los jóvenes aún no saben que son de derechas. Reflexión, por cierto, nada liberal y sí paternalista, muy típica de la derecha española.

Julian Besteiro, concejal del Ayuntamiento de Madrid y Presidente de las Cortes de la II República, ya escribió que la derecha española nunca ha defendido los principios liberales. Si entendemos el liberalismo como el combate contra todo tipo de privilegios, ha sido (y continúa siendo) la socialdemocracia, la idea que más ha luchado (y pagado en forma de cárcel, exilio y muerte) la lucha contra esos privilegios.

Pero no quiero mirar atrás para que estos jóvenes cachorros no me tilden de carca. Tan sólo pido a los jóvenes populares que miren a sus dos invitados: Aznar y Aguirre y piensen si el verdadero liberalismo, se encuentra en el rostro de esos dos políticos.

Primero: siempre me ha llamado poderosamente la atención de que quienes abogan por el mercado, el despido libre y la existencia testimonial del estado...sean funcionarios. Allí, sentados junto a los cachorros populares, había tres funcionarios: Aguirre, Aznar y Botella (a Rajoy, aunque lo sea, no le menciono para que no se me ofendan). Ya sé que no es un argumento de fondo pero es una realidad que hay que tener en cuenta.

Segundo: ¿Aznar liberal? ¿desde cuando? desde luego no cuando era Presidente del Gobierno. Todos y cada uno de los presidentes de las empresas privatizadas surgieron de los entornos conservadores, próximos al expresidente (¿se acuerdan de Villalonga? ¿o de Pizarro? ¿y de Alfonso Cortina?), alcanzado los mercados estratégicos (energía, telecomunicaciones...) niveles de intervencionismo jamás vistos. Intervención, esta sí, de la mala, por cuanto obedecía a intereses particulares y no generales.

Tercero: ¿Aguirre liberal? ¿defensora de Hayek? ¿desde cuando? desde luego no cuando intenta quitar a su examigo Blesa de la presidencia de Cajamadrid para poner a otro amiguete más cercano. Tampoco cuando mantiene inerte el Tribunal de Defensa de la Competencia de Madrid, órgano encargado de velar por la competencia en los mercados madrileños, y cuyos trabajos permanecen inéditos por desconocidos. En lo social, la Sra. Aguirre tampoco se destaca por su liberalismo. Desde luego no cuando orquesta campañas de persecución a mujeres que han abortado o impide el estudio de los valores constitucionales y del liberalismo, sí, del liberalismo del bueno, a través de la asignatura educación para la ciudadanía en nuestra Comunidad.

Las nuevas ideas populares no son más que una vuelta a los orígenes, un refrito de ese liberalismo antipático, que encabezó Reagan, Thatcher y más recientemente W. Bush. Gobiernos que eliminaron el salario mínimo, echaron abajo cualquier atisbo de Estado del Bienestar, y que erradicaron el papel (siempre imprescindible) de los agentes sociales de las democracias occidentales.

A la vista de lo que votan hoy los americanos y lo que, por goleada, votan los jóvenes españoles, esas ideas caducas cotizan hoy en los mercados políticos igual que sus equivalentes en los mercados financieros, las hipotecas basura: la gente huye de ellas como de la peste. En fin, que estos jóvenes populares son los que realmente...no se enteran.

Pedro Sánchez.
Concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid.