La ministra consideró que el cierre del Aeropuerto de Madrid-Barajas durante el pasado 9 de enero a causa de la nevada fue una decisión "adecuada" y que fue "inevitable". Destacó que el aeródromo dispone de 5 máquinas quitanieve y que a primera hora de la mañana se iniciaron los protocolos de invernalidad pertinentes para hacer frente a la nevada. Además, destacó que Barajas no es el único aeropuerto a nivel internacional que tuvo que cesar su operatividad, recordando que fueron un total de 9.
Según las previsiones meteorológicas, el aeródromo inició a las 6.30 de la mañana el protocolo de invernalidad, comenzándose a extender urea por las plataformas y las calles de rodaje. A partir de las 7.00 horas, se incorporaron todos los medios disponibles , incluidas las 5 maquinas quitanieve y las labores de limpieza y de extensión de fundentes.
El caos en el tráfico
Ante la Comisión de Fomento, la ministra afirmó que su ministerio siguió los protocolos de actuación "tan pronto como tuvimos conocimiento" y que se utilizaron todos los medios disponibles para recuperar la normalidad.
Responsabilizó que la paralización de la circulación en la red de acceso a Madrid a "la disminución de la velocidad de los coches y a la mayor lentitud de maniobra en los nudos". Además, influyeron "los incidentes y accidentes, como consecuencia de colisiones de vehículos, cruces de camiones, autobuses o vehículos ligeros".
En esta misma línea, dijo que las retenciones de la Calle 30 (competencia del Ayuntamiento) y en las calles de los polígonos industriales se transmitieron a las carreteras del Estado y "llegaron a colapsarlas".
En cualquier caso, aseguró que "en la Red de Carreteras del Estado no hubo acumulación de nieve al haberse actuado con medidas preventivas desde la tarde anterior y de limpieza tan pronto como empezó la nevada".
Malas previsiones meteorológicas
Álvarez se escudó también en que el jueves 8, un día antes del caos, las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) avisaban de precipitaciones en forma de nieve de 2 centímetros de grosor, lo que implica un nivel amarillo, "que es una situación de pre-emergencia que no conlleva actuaciones". La Delegación del Gobierno activó a las 20.20 horas del día 8 la situación de alerta correspondiente.
Pero explicó que a las 7.00 horas del día 9 "los servicios meteorológicos detectaron que la borrasca arreciaba y que variaba de forma rápida e inesperada de dirección", lo que motivó que a las 7.30 horas la agencia anunciara nevadas de 7 centímetros y elevara el código del nivel amarillo al naranja.
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