Ay maricón, maricón… ¡¡¡si el mundo fuera rosa!!!!

¡Ay la que se ha armado! Y la Reina fuera de España en la cumbre Iberoamericana. Si es que, desde luego, en este país no estamos nada sensibilizados con la causa homosexual. Y no lo estamos porque somos uno de los cinco países que hay en el mundo (Noruega lo hará en 2009) que reconocen el matrimonio con todos los derechos y obligaciones civiles que conlleva. Los españoles somos tan retrógrados y atrasados que sólo un 66% de la población estuvo a favor de la legalización del matrimonio homosexual (yo 100% de acuerdo) y la clase política que nos representa es tan conservadora que el Parlamento la aprobó por mayoría absoluta la Ley (el PP no quiso, sólo Celia Villalobos).

Pero esto no es suficiente. Hay que hacer mucho más. La Ley de la paridad está muy bien pero es discriminatoria con los gays, lesbianas y transexuales. Así que Bibiana Aído, con ese presupuesto tan amplio que tiene, debería luchar por lo siguiente: En los consejos de administración y empresas los puestos se repartirán de la siguiente manera, un 50% para heterosexuales (25% para hombres, 25% para mujeres), el otro 50% se repartirá de la siguiente manera 16,6% para gays, 16,6% para lesbianas y 16,6% para transexuales. Y no se preocupen ustedes porque gente hay, no olviden que al menos el 60% de la población es homosexual, lo que pasa que el 59% no lo ha descubierto todavía. Así es como seríamos el país más moderno y progresista del mundo.

En cuanto a las declaraciones de los poderes fácticos, yo aprobaría una ley por la que se prohibiera hablar mal de los homosexuales, castigaría con penas de hasta 5 años de cárcel a aquellos que criticasen que se puedan casar o adoptar hijos. Hay que tener en cuenta que los homosexuales son un colectivo sensible y los ataques hacia su persona recaen sobre ellos de una manera muy diferente al resto. Además, gracias a ellos (recuerden que son mayoría) el país progresa, se vende más ropa, se compran más libros, más cedés, se va más al teatro, al cine, a los conciertos… Son los grandes generadores del PIB.

Debemos, en definitiva crear un mundo bonito para ellos, dónde se sientan cómodos, a gusto, como en casa. Las carreteras nacionales se pintarán de malva, los carteles de las autovías irán con la bandera del arco iris en lugar de azul. Los policías nacionales y fuerzas de seguridad del Estado sustituirán sus uniformes por otros más estilo Village People. La Iglesia Católica, si quiere seguir teniendo subvenciones del Estado, tendrá que colaborar también, por ejemplo, Rouco Varela tendrá que ir en la caravana que abra el paso el día del orgullo Gay bendiciendo a todos. Y nada de dar instrucciones a los párrocos para que en la homilía dominical hablen mal de ellos.

Ah, en el congreso quitaremos a los leones, que son muy machos ibéricos y en su lugar pondremos caniches que son más delicados, y sus señorías tendrán que llamarse los unos a los otros por la palabra: “maricón” que es como hacen los homosexuales entre ellos (yo a mis amigos gays siempre los oigo llamarse así entre ellos). Ejemplo: Soraya Sáenz de Santamaría a Corbacho: “A ver maricón, ¿cómo explicas que cada día se vayan al paro 2000 personas?” Y así todo. No me digan que no sería todo mucho mejor. Si es que, lo dicho, no tenemos sensibilidad alguna.