Grecia provoca dificultades para la recuperación económica de la UE

 Las arcas públicas de Grecia se encuentran  con serios problemas. El nivel de endeudamiento es de tal calibre que la Agencia de calificación Fitch ha rebajado la valoración de la deuda de A- a BBB+, el nivel mas bajo desde hace diez años. El "efecto dominó" ha salpicado a otro apaises. Las agencias de calificación han puesto en "observación" a otros países de la Unión Europea como Portugal.

   En un  comunicado, la agencia Fitch explica que "este recorte refleja preocupaciones por la perspectiva de medio plazo de las finanzas públicas dada la escasa credibilidad de las instituciones fiscales y la situación política en Grecia". No obstante, el Fitch y en otras agencias de calificación descartan, por el momento, que esta  rebaja se traslade a otros países "a excepción de Irlanda y Portugal a los que se sitúa en observación". España, por el momento, se salva, aunque la Comisión europea ha advertido al gobierno de Rodríguez Zapatero, de que está al borde de situarse en la misma posición de los países que han puesto en entredicho, si es que no se adoptan medidas fiscales para reducir la descomunal deuda que se está generando como consecuencia de la crisis y las medidas para atajar el paro.

Deficit del 11%

   Y es que el abultado déficit griego ha estado financiándose hasta el momento gracias a las medidas excepcionales de liquidez decretadas por el Banco Central Europeo de las que también se han beneficiado las entidades de otros países. Sin embargo, Trichet anunciaba el jueves de la semana pasada, tras la reunión del Consejo de Gobierno, que la "barra libre" de la liquidez se había terminado. Para acceder a las subastas de dinero del Instituto Monetario se ha puesto como límite precisamente la calificación obtenida por Grecia, la triple B+. El problema es que los problemas políticos que vive Grecia apuntan a que el deterioro económico se va a mantener, incluso a agudizarse, en los próximos meses, por lo que se corre el riesgo de que las agencias de calificación rebajen, todavía más, la solvencia lo que dejaría a las entidades financieras del país en serias dificultades para financiar el abultado déficit griego que superará el 11% desde 2009 hasta 2011.