El incidente ocurrió la pasada madrugada, cuando un convoy del batallón español se estaba desplazando desde Herat hasta Sabzak. Los soldados españoles observaron cómo una moto, en la que viajaban dos ocupantes, comenzaba a adelantar vehículos detrás del convoy y se acercaban a la última unidad del mismo.
En ese momento, haciendo uso de los procedimientos previstos, el tirador de ese último vehículo les realizó señales para que se alejaran con un puntero láser y un silbato. Los ocupantes de la moto hicieron caso omiso y aumentaron la velocidad hacia el convoy. El tirador realizó entonces varios disparos al aire como advertencia.
Según el Ministerio de Defensa, al observar que la moto no se detenía, y siguiendo los procedimientos en vigor de la Fuerza Internacional de Asistencia en Afganistán (ISAF), el soldado español volvió a disparar al aire. La moto no se detuvo y optó por disparar a los ocupantes.
El convoy continuó su camino en la creencia de que los ocupantes de la moto habían esquivado el ataque, pero en la mañana de este miércoles se ha conocido que los dos civiles habían sido ingresados en un hospital en Herat, y que uno de ellos había fallecido.