El PNV con ayuda del PP le 'cuela' cuatro propuestas al Grupo Socialista

El Grupo Mixto salva al PSOE, pero le obliga a descafeinar sus propuestas

· ZP: "Quién tiene la capacidad de sumar, tiene la mayoría" | Rosa Díez, durísima: "Me parece una verguenza, hoy es un día bochornoso"

martes 19 de mayo de 2009, 18:34h

Al final, el Grupo Socialista ha salvado sus 15 propuestas de resolución –que cierran el debate sobre el estado de la Nación- casi con el apoyo exclusivo del Grupo Mixto, pero a costa de tener que descafeinar las promesas estrella de Rodríguez Zapatero, como la de suprimir la deducción por vivienda a partir de 2011, que queda ahora sujeta a una reforma del IRPF. El PP se ha quedado solo en este envite parlamentario, pero se ha ‘vengado’ apoyando varias propuestas del PNV que no le han hecho ninguna gracia al PSOE. Rosa Díez, que consiguió ‘colar’ una de sus tres propuestas –relativa a impulsar el Pacto de Toledo sobre las pensiones-, ha calificado este debate de “chalaneo político”.

El Grupo Socialista ha conseguido cerrar el debate sobre el estado de la Nación salvando in extremis sus 15 propuestas de resolución, pero a costa de ‘descafeinarlas’, y, sobre todo, consiguiendo ofrecer una imagen de soledad parlamentaria del principal partido de la oposición, el PP de Mariano Rajoy, que no ha conseguido ‘colar’ ni una sola de sus grandes propuestas: sólo gracias al apoyo del propio PSOE, con quien las pactó previamente, el Grupo Popular consiguió aprobar cuatro propuestas sobre universidades, pacto por la Justicia, pensiones y sobre la Unión Europea. Ahora bien, al Grupo Socialista, pese a su victoria, los nacionalistas vascos, apoyados por el PP, le han conseguido colar 3 propuestas de resolución, y otra ERC, que se interpretan políticamente como ‘cuatro derrotas’ del Gobierno.

No obstante, la imagen final que ofrecieron los socialistas es que el Grupo Popular “ha sufrido el mayor revolcón parlamentario que recordamos”, en palabras del portavoz socialista, José Antonio Alonso, mientras que el PSOE “tiene capacidad de pacto”. Lo mismo que decía a varios periodistas a la salida del Congreso el propio presidente del Gobierno: “Quien tiene la capacidad de sumar es quien tiene la mayoría”. Pero es una imagen basada más bien en humo, ya que para aprobar sus propuestas de resolución, los socialistas han tenido que apoyar todas las propuestas presentadas por el Grupo Mixto –que son los que de verdad han apoyado al PSOE en un peculiar quid pro quo-, y, sobre todo, han tenido que descafeinar las medidas estrellas de Zapatero.

Por ejemplo, es de destacar al respecto que las deducciones por compra de vivienda (que según el presidente se suprimirían a partir de 2011 para las rentas superiores a 24.000 euros) ya no se cuantifican, pero tampoco se concreta el porcentaje y el tiempo durante el cual estará en vigor la rebaja del impuesto de sociedades para las Pymes, a lo que hay que añadir la indefinición absoluta en la que han quedado sumidas promesas como las ayudas para la compra de automóviles o el plan para dotar de un ordenador portátil a todos los alumnos a partir de 5º curso de primaria. Todos estos detalles aguardan a la espera de que el Ejecutivo presente los respectivos proyectos de ley.

Chalaneo con el Grupo Mixto

En ese peculiar quid pro quo con el Grupo Mixto, Ana Oramas, de Coalición Canaria, recibió el apoyo socialista para sacar adelante sus cuatro propuestas de resolución –entre ellas, una nueva reforma del Régimen Especial de Canarias o las subvenciones al transporte de plátanos-; a Carlos Salvador, de UPN, el PSOE le salvó dos propuestas –una, para que la sede de la próxima agencia de energía renovable vaya a Navarra-; a Francisco Jorquera, del BNG, le apoyó sus cuatro propuestas –como la de que el gallego y catalán se promuevan en las Administraciones de Justicia y en las generales del Estado-, y a Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, le han votado dos resoluciones, una sobre dependencia y otra sobre modelo económico.

A Rosa Díez, de UPyD, sin embargo, reticente ella con el PSOE al 50 %, le aprobaron una de sus tres propuestas: la relativa a un pacto nacional que propicie reformas que garanticen la sostenibilidad presente y futura de la Seguridad Social. Díez, realmente enfada, dijo a la salida del hemiciclo que “ha sido un puro chalaneo político”, porque de lo que se pactó en la noche anterior a lo que llegó al final al pleno no había ni un 5 % de lo hablado. “Quien se ha quedado sola hoy es la gente que está en la calle, porque nosotros, los políticos, no hemos hecho nuestro trabajo. Y aún añadió que “me parece una vergüenza, un hecho bochornoso… Si ha habido un día en el que no nos hemos ganado el sueldo es el día de hoy”.

La soledad parlamentaria del PP

Al Grupo Popular –pese al brillante discurso de su portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría- el Pleno sólo le apoyó en cuatro de sus 15 propuestas de resolución, y dos de ellas gracias a un acuerdo previo con el Grupo Socialista. Una derrota en toda regla, sobre la que Gaspar Llamazares dijo a Diariocrítico que se lo buscaron los populares por remitir al Congreso un ‘programa de máximos’ y mantenerlo contra viento y marea. Es decir, que no tuvieron la suficiente flexibilidad en materia económica que los grupos demandaban. Su modelo salió, por tanto, rechazado.

    Ahora bien, desde el Grupo Popular la lectura es muy otra. Según el secretario general del Grupo, José Luis Ayllón, “Zapatero sigue estando muy solo” y las propuestas socialistas se han aprobado exclusivamente porque estaban “vacías de contenidos”. “Si hubiera sido una moción de confianza, el resultado hubiera sido muy adverso para el PSOE”, añadió, y aún dijo que se han visto en la Cámara dos modelos: el del PSOE, vacío de contenido, según él, y el del PP, del que “ha demostrado ser una alternativa y con el que nadie podría decir que no arrima el hombro”.

    Es curioso, pero en el PP se registraron dos ausencias que parece que fueron fundamentales en muchas votaciones: se trata del murciano Arsenio Pacheco y la de la aragonesa Luisa Fernanda Rudi, ambos de baja por enfermedad.

    Efectivamente, hubo votaciones muy reñidas, como dos propuestas del PNV –la 48 y la 49- en las que se registró empate a 174 en la primera y a 173 y dos abstenciones en la segunda. Votada por tercera vez, la 48 decayó al no poder deshacerse el empate, pero la 49 salió adelante al cambiar los diputados de IU-ICV Joan Herrera y Gaspar Llamazares el sentido de su voto –se abstuvieron en dos ocasiones y votaron a favor en la tercera-. Esa propuesta, la 49, sentó fatal al Gobierno: se insta al Gobierno a presentar un calendario cronológico y pormenorizado del cumplimiento de las leyes y, en su caso, explicar las razones que han impedido que durante la primera cuarta parte de la legislatura no se haya cumplido la mayoría de sus compromisos anunciados. La 48, que decayó después de tres votaciones, tenía que ver con las reformas audiovisuales que intenta llevar adelante la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

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