Fuentes de AENA explicaron que el gestor ha dejado claro que la negociación se producirá siempre "dentro del nuevo marco jurídico aprobado" y que no se ha establecido ningún calendario más adelante de esta futura reunión.
Las negociaciones del convenio colectivo, bloqueadas desde 2004, se rompieron días antes de la publicación el pasado viernes de un Real Decreto por el cual el Ministerio de Fomento asume la organización del trabajo de los controladores.
Semanas antes del anuncio, controladores y AENA se habían reunido para encontrar una solución a la renovación del convenio y a los elevados costes de la navegación aérea, causados, según el gestor aeroportuario, por el ingente coste del control aéreo, inflado por las 600 horas extraordinarias anuales de media que realizaba cada controlador a un precio 2,6 veces superior al pagado por cada hora ordinaria.
El objetivo del Gobierno es reducir desde los 350.000 euros anuales de media del salario del controlador hasta los 200.000 euros anuales, para reducir las tasas de navegación de España, las más elevadas de Europa, una media de un 14% o un 15% durante los próximos tres años.
No obstante, el pasado 1 de febrero USCA anunció la "ruptura unilateral" de las negociaciones con AENA, mientras que el gestor aeroportuario denunció la actitud del sindicato, al que acusaba de no presentar propuestas que redujeran los costes, sino lo contrario.
Por su parte los controladores proponían antes de la ruptura de las negociaciones y al margen de la jornada laboral ahora establecida por el nuevo decreto, una mayor flexibilidad de la jornada que permitiera fijar los turnos con menos antelación, reducir los costes por jubilación e incorporar 150 plazas para nuevos controladores, unas medidas que según USCA, supondrían un recorte de 185 millones de euros.
Para AENA, estas medidas sólo supondrían un ahorro de 20 millones de euros, una diferencia "sustancial", respecto a los 300 millones que quiere recortar, para una mejora del 5% de la productividad.
NUEVAS CONDICIONES LABORALES.
El Real Decreto aprobado el pasado viernes en el Consejo de Ministros, que se someterá a la validación del Congreso ante los grupos parlamentarios el próximo jueves, contempla una jornada máxima para los controladores de 1.750 horas y un máximo de 80 horas extras, además de una serie de sanciones y de medidas disciplinarias que podrían desencadenar el despido del controlador si no se reincorpora a su trabajo dentro del horario establecido.
Además, entre otras novedades, supone la liberalización del control aéreo de las torres de los aeropuertos, que se someterá a concurso público, aunque Fomento aún no ha dado detalles de la planificación de este proceso, que podría durar tres años, según lo avanzado en el Real Decreto
Por otro lado, el Real Decreto establece la aplicación de sistemas de control automático AFIS para los aeropuertos con menor tráfico, solución avalada por la OACI.
Por último, el nuevo marco legal abole "privilegios" del sector como la licencia especial de retiro, que consiste en una prejubilación a los 52 años en virtud de la cual se cobraba hasta los 65 años 170.000 euros anuales sin trabajar.
El ministro de Fomento, José Blanco, ha defendido en todo momento que la medida era necesaria para abaratar los costes de navegación aérea, repercutir este recorte en las tasas de navegación y beneficiar al sector turístico, y además, también ha señalado que en tiempos de crisis no es "tolerable" que una empresa pública pague estos salarios a sus trabajadores mientras pide "austeridad" al resto de los ciudadanos.
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