Nicolas Anelka ha sido siempre un jugador especial. Discutido, pero arrollador en las estadísticas. Pocos han marcado tantos goles como él a lo largo de una complicada y compleja carrera. Y tiene el honor -aunque es discutible- de ser el jugador que más ha costado en toda la Historia del fútbol si tenemos en cuenta todos los traspasos que sus clubes han realizado en operaciones de compra-venta del delantero francés.
Y es que Anelka ha sido siempre
l'enfant terrible del fútbol galo y continuamente ha cambiado de equipo, demostrando su mala cabeza. En este Mundial llegaba con la titularidad más clara, sin duda, tras asentar su creciente
.png)
madurez en el Chelsea inglés. Pero han bastado unos malos partidos con Francia para que de nuevo dejara salir lo peor de su interior.
El jueves, tras ser sustituido por
Doménech, le mandó "a tomar por culo", según la prensa de su país, 'rompiendo' relaciones y poniendo una bomba en el vestuario de su selección. Y claro, no había otra salida:
Anelka ha sido expulsado del equipo y vuelve a casa con la humillación y la vergüenza como maletas en el que ha sido su último Mundial -por su edad, más que nada-.
Parece que Francia despide últimamente a sus grandes figuras con polémica después de la desafortunada agresión de
Zidane al italiano
Materazzi en la final del Mundial de 2006, su última intervención también como futbolista.
Si (
No(
