La imposición del aranés

Hay ciertos proteccionismos que perjudican más que ayudan... La difusión y defensa de la pluralidad lingüística es algo loable, pero utilizar las lenguas como arma política y como un filtro para la captación de profesionales en la Administración puede ser algo muy negativo para la sociedad.

    La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut ya denegó el articulado que consideraba al catalán una lengua "preferente" y ahora, en la misma línea, el Parlament de Cataluña ha aprobado una iniciativa que va un paso más allá... A partir de ahora, el aranés -una lengua con algo más de 2.700 hablantes- estará protegido como lengua oficial y "preferente", por tanto, las instituciones deberán utilizar el occitano en sus relaciones con la ciudadanía y quedará establecida como lengua vehicular de la educación en la Vall d'Aran. Pero no sólo eso, ya que servirá como un mérito a la hora de trabajar en la administración pública. Es decir, que en lugar de promocionar la expansión del conocimiento, la obligatoriedad de saber aranés podría ser en realidad una traba para atraer a la zona a los profesionales más cualificados.





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