La idea que parece subyacer de la intensísima agenda que le han preparado a Rodríguez Zapatero es que el Gobierno, en general, y su partido, en particular, han tomado la iniciativa política y que los cambios previstos y en previsión son lo mejor que le podía pasar a España. Pretenden contrarrestar así cualquier imagen pública de 'retroceso político', la cual estaría siendo aventada por el Partido Popular.
De momento, Zapatero asistirá el lunes a la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido, en la que avanzará, según es previsible, el resultado de sus reuniones con Merkel y el del Consejo Europeo celebrado este viernes en Bruselas. Les pedirá, según medios socialistas, que movilicen a todos los militantes para que comiencen ya a salir a la calle a explicar 'puerta a puerta' las excelencias del Gobierno, sus ímprobos trabajos para sortear la crisis económica.
Por la tarde, Zapatero recibirá en Moncloa al molt honorable president catalán, Artur Mas, en una reunión que ha sido calificada como de "importante" por el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba: "La voluntad del Gobierno es la de cooperar institucionalmente", ha dicho Rubalcaba tras las reunión del Consejo de Ministros de este viernes. "y sumas fuerzas para crecer más y crear empleo". Rubalcaba, sin embargo, ha sido "prudente" en cuanto a los resultados de esa primera cumbre Zapatero-Mas.
El martes, Zapatero dará la 'teórica' de rigor a sus compañeros del Grupo Parlamentario Socialista, una reunión en la que, según medios del PSOE, es previsible que el presidente avance las grandes líneas de la acción parlamentaria de los próximos meses. En especial, los contactos que a partir de ese mismo martes van a mantener con todos los grupos de la oposición los vicepresidentes primero y segundo del Gobierno, Rubalcaba y Salgado, junto con los ministros de Trabajo, Valeriano Gómez, e Industria, Comercio y Energía, Miguel Sebastián, para intentar que los grupos se sumen al 'pacto social' pactado entre Gobierno, sindicatos y empresarios.
Parece complicado, no obstante, que Zapatero pueda convencer de las bondades de sus reformas -pensiones, laboral, etcétera- a la izquierda real. Eso quedará claro, según todas las previsiones, en la reunión que mantendrá en la tarde del miércoles en Moncloa con el coordinador general de IU, Cayo Lara, que acudirá a Palacio con el hacha de guerra levantada.
El resto de la semana, Zapatero tiene una intensa agenda con internacional: recibirá en Madrid el jueves por la mañana al presidente de la República Federal de Alemania, Christian Wülff, y por la tarde al de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. La segunda entrevista es, sin duda, la más importante y con mayor carga política. Y para completar esta agenda de visitas, el viernes recibirá a la presidenta de la Confederación Helvética, Micheline Calmy-Rey, inmediatamente después de la celebración del Consejo de Ministros.
Y dado que ya estamos en precampaña electoral, Zapatero asistirá el domingo a la Convención Municipal que el PSOE celebrará en Sevilla para recibir el clamor de las multitudes, tal y como ocurriera una semana antes en Zaragoza. En fin, que Zapatero está 'lanzao'.
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