Victor Monigote: "En España tenemos un nivel muy alto en animación"

Si te tuvieras que definir con una palabra…

Polivalente.

¿Como entraste en el mundo de la animación?

Hace muchos años, cuando trabaja en Disney Ibérica, trabajé una temporada para Estudios Moro haciendo fondos y oye, me gustó trabajar en Arte para animación, pero después me di cuenta que me gusta el dinero para poder gastarlo con alegría corporal y me centré en la publicidad, después en storyboard y Arte para cine lifeaction, y estando en ese mundo y haciendo el storyboard para Javier Fesser con Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, se me brindó la oportunidad de estrenarme como Director de Arte en el proyecto y no la rechacé. Aprendí mucho sobre todo gracias a la ayuda impagable que fue trabajar codo a codo con Ilion Studios y su elenco de cracks. A partir de ahí se me metió el veneno en la sangre de la animación y ya no me lo saco… Y mira, ¿de ahí salió la 1º nominación en la historia de los Goya en que una película de animación opta al Premio de Mejor Dirección de Arte!

De los Peterseller a Disney, pasando por un Goya… supongo que habrás plantado un árbol…

Pues mira, lo del árbol lo tengo pendiente porque de hecho, junto a los trofeos de tenis de mesa (en cual me mueve el culo de la silla junto al frontón, mis dos deportes), tengo las cenizas de mi venerable padre en una urna de esas ecológicas para plantar un árbol con ellas y no he encontrado todavía el sitio idóneo. Pero si, mi vertiente artística me ha llevado a tocar muchos palos; música con los Petersellers, MaryLou&CIA, Subtotales Profundos… también como actor en TV en bromas de cámara oculta, como hijo de Cándida en su película de Guillermo Fesser, profesor de teatro en Camino, actor en publicidades varias, teatro de improvisación en el cual además de actuar y cantar también dibujo en directo improvisando los fondos, cómic, ilustración, efectos especiales y maquillaje protésico para cine…en fin… y lo que me queda por hacer.

Cuantas veces te han dicho que sino es Turuleta en vez de Turuleca…

¿En España?? 5.985.744 veces. Es curioso pero sólo ocurre aquí, en el resto del planeta, que los payasos de la TV son muy conocidos también, dicen Turuleca sin dudas…pero aquí, que somos muy de cambiar nombres y títulos de película a nuestro antojo y pues eso: aquí es Tulureta y punto pelota, ya me he rendido de intentar cambiarlo.

Un dicho recurrente.. “la animación española está a la altura de las mejores del mundo, y nuestros profesionales son demandados por las mejores compañías del mundo”. ¿Leyenda urbana?

Para nada, es totalmente cierto. Tenemos un nivel muy alto, tenemos grandes cracks que tristemente se acaban yendo a trabajar fuera porque los proyectos son interesantes, bien potenciados económicamente y los sueldos son mejores. Tenemos una cultura artística muy potente desde siempre, grandes pintores, escultores, arquitectos, músicos…en España tenemos el gen del arte bien plantado en nuestro ADN… la pena es que no vean ese potencial los gobiernos de turno y no apoyen la industria de la animación como se debiera, salvo en casos bien aislados. Es verdad que en los últimos años se ha empujado más que antes gracias a la visibilidad mundial de éxitos como la saga Tadeo, Buñuel y el laberinto de las Tortugas y el reciente Oscar de Alberto Mielgo y alguna más que no recuerdo, pero todavía queda mucho para tener un buen tejido industrial en el mundo de la animación, y también organizar mejor las ayudas y subvenciones que todavía hay gente que no sabe el dineral que cuesta un proyecto de animación comparado con uno de ficción, que para que sea decente y competitivo en el mercado internacional (que vienen con los bolsillos llenos) hay que invertir muchos millones!!… por cosas como esas es muy complicado tener buenos sueldos que puedan luchar con los sueldos que hay fuera de España. En este país, simplemente acabar un proyecto de animación en plazo y en presupuesto ya es para premio…cuántos se quedan en el camino teniendo una historia potente que contar y un equipo de artistas que arrasarían fuera.

Si tuvieras que elegir una sola película de animación...

Sin duda The Jungle Book, no sé si es la mejor pero es la que me cazó bien cazado el corazón… por la historia, por su mensaje, por la animación tradicional y por su música con el gran Louis Prima a los mandos, unos de mis semidioses de la música…pero muy a la zaga está El Gigante de Hierro del gran Brad Bird, también Toy Story por lo buenísima que es y por lo que supuso de avance tecnológico.

La rabiosa actualidad nos demanda: háblanos de 'Wan'...

Ay, Wan… la historia de mi hijo Wan lleva en mi corazón gestándose desde hace 27 años y 4 meses (hace poco encontré el documento de registro en la Propiedad Intelectual, por eso clavo la fecha con tanta exactitud, no porque mi memoria ayude). Tras trabajar toda la vida para los proyectos de otros, por fin me he enfrentado a mis miedos e impulsado por actual mi socio y amigo de la adolescencia Carlos Ayerbe, he apostado por un proyecto personal, no quiero morirme arrepintiéndome de no haberlo intentado. En Wan presentamos una historia que muy bien podría ocurrir en nuestra época pero me la llevé a la prehistoria porque destaca más en un mundo tan sencillo, tan simple de entender, sin los aditamentos de la vida moderna que pueden llegar a confundirnos, con Wan vamos a lo puramente básico del ser humano. También surge por la necesidad de presentar a nuestro protagonista que tendrá su película y queríamos ver como se mueve, cómo respira, cómo piensa y cómo siente. Esta historia es perfecta para esbozar lo que será el largo, de paso tratar con cierta profundidad todo lo que he comentado antes

¿Como surge la idea?

Wan es un corto que obligadamente existe por varias razones de ser: La primera y principal es porque tiene la historia de un largo detrás muy potente que me subyuga desde hace décadas, tengo la necesidad de contarla y remover los cimientos del cerebro de la gente, que miren la vida con otras gafas y quizás se les haga más bonita o por lo menos más llevadera. Otra motivación es presentar el estilo visual de nuestra productora, por lo menos en este proyecto, porque realmente y a raíz de mis diferentes skills (cartoon, adulto, cómic, ilustración, música) abarcamos varios estilos visuales que ya iremos presentando dependiendo del proyecto. De hecho en el corto la mayor parte es 3D, pero también metemos 2D e incluso 1D, algo que está inventado pero que hemos rescatado reformulándola para contar una secuencia de forma muy espectacular, dinámica y sobre todo barata. Y la última razón es tecnológica, para encontrar el estilo que me gusta trabajar que bebe del cómic de los 80, con líneas negras de contorno y color pictórico óleo/acuarela, nos costaba mucho hallarlo con los programas y pipelines habituales. Felizmente hemos trabajado con Blender y con su maravilloso Grease Pencil guiado por al gran Dani Martínez Lara iluminando camino y que nos ha permitido desarrollar la línea y aspecto soñado, y gracias a los dioses que nos hemos rodeado de un equipo brutal, al frente del cual ha estado Jorge villa, profesor de Blender, animador, modelador, iluminador y un crack que controla todos los palos de la animación También investigamos y aprendimos a través de Next Lab en el año de la pandemia el prototipar y hacer avances en Quill con la gafas Oculus, que nos ha dado muchas alegrías aunque también algunos problemas. Tras hacer mezcla de distintos programas en diferentes procesos, hemos encontrado un pipeline ágil y muy resolutivo con el que nos encontramos muy cómodos y que solucionó la búsqueda de nuestro estilo visual…aunque es verdad que seguimos investigando y avanzando para pulirlo de cara al largo y también para resto proyectos cambiando 4 cosillas.

¿Ha cambiado mucho trabajar para tu propio estudio, Ottom Idea?

La verdad es que si. Por mi anárquica condición polifacetada y mi españolísima forma de trabajar para el Arte siendo aprendiz de todo y maestro de nada, impepinablemente he de tocar varios departamentos y veo el arte de manera global y no puedo evitar estar en todos los procesos y departamentos. Siempre he trabajado en proyectos aportando en varias responsabilidades a la vez, incluida la música!. Quizás por ello haya acabado siendo director, que es la figura que engloba realmente un proyecto, es el cocinero que finalmente mezcla y aliña en su justa medida los ingredientes que le han llegado en el reparto mañanero para la ensalada que va a ofrecer a al público.

En Wan no ha sido distinto... es más, me he encargado de más responsabilidades de las suelo abarcar porque soy un maldito workalcoholic y tardaba menos en hacerlo yo que en decir cómo hay que hacerlo a otro… y una cosa que he aprendido, si o si, es a delegar... no puedo hacer todo yo porque el día tiene 24 horas y hay que comer, dormir y disfrutar de la vida en general…y lo principal: porque hay gente con mucha mochila a su espalda, con mucha experiencia y grandes ideas y que hacen las cosas mucho mejor que yo... y sería una enorme metida de cuezo desaprovechar ese talento que se me ofrece. Pero es verdad que, aunque delegando a regañadientes (porque soy de corte tarugil y me cuesta tela hacerlo), no llegábamos a cumplir algunos plazos por falta de tiempo/personal (realmente…por falta de dinero, no nos engañemos) y yo mismo me he tenido que encargar de procesos que normalmente haría otro artista y mil veces mejor que yo. Con mi medio siglo de castañas más que cumplidas he tenido que aprender enmarañados programas nuevos (lamedrequeloscontrajo a todos, son puro galimatías tecnológico, yo que vengo del grafito y papel de toda la vida)... y que por otro lado nunca vienen mal, y es que en esta industria uno no para de aprender y actualizarse, como dictan las leyes de la misma Evolución: adaptarse o morir. No sólo eso, como anécdota también a mi socio y productor Carlos le ha tocado ponerse a aprender Quill con las Oculus en NextLab, montar animáticas express, ha hecho puesto pelo a algunos personajes, ha implementado el outline grease pencil... el pobre hombre que jamás ha trabajado en este mundo y que viene de la banca pura y dura, pero gracias a los dioses es un tipo inteligente, creativo y resolutivo y que no se le caen los anillos.

¿Tu próximo reto?

Pues en pocas semanas arranca la preproducción de la próximo largo que voy a dirigir (Superthings) que de nuevo el equipo de Tandem Films ha tenido la insensata idea de llamarme de nuevo tras Turuleca, que es verdad que su Goya ganado y Premio Platino ganados, entre otros, dan confianza, alegría al cuerpo y dan ánimos para seguir colaborando juntos pese a los caótico que soy. Ellos son muy listos y la primera persona que entra en el equipo es una figura cuántica que está debajo de mi y a la vez está por encima de mí, es la que lleva el látigo para azotarme la espalda y centrarme en lo que debo hacer, superado ese escollo lo demás es mucho más sencillo. Este proyecto es un nuevo reto que me excita, una pedazo de aventura divertidísima con unos personajes que ya arrasan entre los más pequeños y ahí estaré para aportar mi dirección y humor ciertamente marciano. En paralelo seguiremos presentando Wan a festivales, avanzando con más proyectos externos que van tomando forma y de los cuales no puedo decir ni mu, ni el título ni de qué van, como es norma. Y sobre todo, sacar hueco para centrarme en afinar el guión del largo Wan que quiero sacar adelante con Ottom Ideas antes de morirme. Después de Wan tenemos otros 7 u 8 proyectos de largos y series de nuestra cosecha que también me ponen mucho y si los astros se alinean, quizás salgan a la luz antes que Wan.

Bonus track… de cantar y actuar, ya ni hablamos ¿verdad?

Si, claro, tengo libre de 2 de la madrugada a 7 para eso, si dejo de dormir gano otras 6 horas para hacer más cosas [risas] No, de momento cantar con mi banda lo he aparcado porque no me da la visa, perdón... no me da la vida. Pero como soy de corte “inevitablemente pesado” ya estoy preparando un nuevo proyecto teatro/musical con el ínclito Nacho Mastretta que a todo ciego que se acerque a verlo le crecerán las gafas. Por otro lado también me han liado de nuevo los buenos de Impromadrid Teatro para una nueva gira con un espectáculo nuevo que no pude decir que no. Actuaré, cantaré y dibujaré improvisando en vivo otra vez pero esta vez voy buscando lo analógico, quiero huir de trabajar con ordenador y dibujaré en una mesa a lo tradicional y con una cámara cenital proyectaremos lo que ocurre en mi mesa sobre el fondo, tras los actores y vamos a lograr unos efectos visuales muy muy gamberros pero muy efectistas y divertidos…en fin, que pararé cuando me pongan el pijama de madera.